Museo Nacional de Antropología: conservatorio del pasado prehispánico de México

A medio siglo de su creación, el Museo Nacional de Antropología se mantiene como el mayor conservatorio del pasado prehispánico de México, pues guarece en su interior aproximadamente 120 mil objetos que dan testimonio de la riqueza y diversidad cultural sobre la que se cimienta la historia mexicana.

Este museo, cuyo diseño conjuga el legado de las culturas prehispánicas con las técnicas de vanguardia de la época, fue inaugurado el 17 de septiembre de 1964. Una proeza lograda en tan sólo 19 meses, luego de varios trabajos de construcción e investigación que consistieron en la edificación del recinto sobre una superficie de 70 mil metros cuadrados, la coordinación de exploraciones antropológicas y etnográficas para la recolección del material museográfico y el traslado tanto de pequeñas figurillas como de grandes piezas, que llegaron a la ciudad de México desde las distintas latitudes del país.

Azteca, maya, olmeca, mixteca, zapoteca y purépecha son algunas de las muchas culturas que encontraron resguardo en uno de los recintos museográficos más importantes del mundo, que a lo largo y ancho de sus varios y hermosos espacios, permite vivenciar al máximo el pasado prehispánico de México.

En la entrada del  museo, sobre la avenida Paseo de la Reforma, una majestuosa estatua de Tláloc, el dios de la lluvia en la cosmogonía náhuatl, recibe a los visitantes. Se cuenta que el día que la imponente escultura de 7 metros de alto y 168 toneladas de peso llegó al lugar donde actualmente se ubica, una torrencial e inolvidable lluvia cayó sobre la ciudad de México.

Al entrar al museo y luego de pasar el vestíbulo se descubre un enorme patio central, cuya extensa área delimitada por los edificios que conforman las 24 salas de exposición emula al Cuadrángulo de las Monjas ubicado en Uxmal, una obra arquitectónica de la cultura maya. Asimismo, en el patio central se yergue uno de los elementos arquitectónicos más emblemáticos del lugar: el Paraguas, una enorme columna revestida de bronce y con relieves escultóricos que narran la fusión de la cultura española e indígena y el surgimiento de una nueva nación. La peculiaridad del Paraguas consiste en ser una fuente invertida que desde 30 metros de altura da paso a la caída libre del agua.

Dentro de los 30 mil metros de salas de exposición distribuidas en dos plantas se pueden encontrar muestras de restos humanos antiguos y objetos de arte prehispánico, figuras y cerámicas del periodo preclásico, frescos y estatuas de la época clásica y algunos elementos del periodo postclásico, que inició con la llegada de los españoles. De entre las muchas piezas exhibidas, destacan la Piedra de Sol, comúnmente conocida como el Calendario Azteca, la escultura de la Coatlicue, diosa de la fertilidad, patrona de la vida y la muerte según la mitología mexica, el sarcófago del Rey Pakal, proveniente de Palenque y una excelente representación del juego de pelota, del sur del Tajín.

El Museo Nacional de Antropología se ubica en Avenida Paseo de la Reforma y calzada Gandhi, en el corazón del Bosque de Chapultepec, un paraje respetado y admirado por los aztecas, al que accedían exclusivamente los tlatoanis de Tenochtitlán.

Hoy en día este conservatorio de la memoria prehispánica de México recibe aproximadamente 2 millones de personas al año, que acuden para mirar a través del espejo del pasado y descubrir la identidad del México del presente.

Las estaciones del metro más cercanas al museo son Auditorio y Chapultepec. El horario de entrada es de martes a domingo, de 9 a 19 horas, y el costo a todo el público es de 51 pesos. Los domingos la entrada es libre. Toda la semana el acceso es sin costo para niños menores de 13 años, personas con capacidades diferentes, mayores de 60 años, pensionados, jubilados y maestros y estudiantes con credencial vigente. Se recomiendan las visitas guiadas.


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