A veces el destino te lleva de improviso a visitar lugares que no sabes cómo aprovechar. Un par de sugerencias, otro tanto de rumores y algún mito es todo con lo que cuentas para tratar de aprovechar al máximo tu visita. Además, la ciudad de México es inabarcable; su extensión, la variedad de sus atractivos y su esencia caótica son dura aduana para sus visitantes.
Pensando en ti, presentamos este itinerario ideal y flexible para que en 48 horas puedas hacer de la selva un jardín y sacarle el jugo que amerita una visita a la ciudad de México.
DÍA 1 (VIERNES)
Comer / 14:00
Para aguantar el paso de las grandes capitales es fundamental comer bien, así que puedes detenerte en alguno de estos lugares para comenzar la aventura urbana. En la zona Roma-Condesa encontrarás decenas de restaurantes para todos los gustos; una buena opción es el Mercado Roma (variedad de puestos y tipos de comida reunidos en el interior de un mercado gourmet).
Cultura para digerir / 16:00
Tras una buena comida, valdría la pena dirigirte a alguno de los museos ubicados en el Centro Histórico. Dependiendo de tu gusto te sugerimos Bellas Artes (generalmente tienen algo bueno de pintura), el Museo de Arte Popular (artesanías de gran nivel y una tienda de diseño mexicano) o el Laboratorio de Arte Alameda (propuestas tecnológicas experimentales, en un lugar precioso.
Café revitalizante / 18:00
Tras el recorrido museístico lo más probable es que necesites una dosis extra de energía. Para esto visitar el Café 123 (Artículo 123 #123) es una opción garantizada; sus elixires son de gran calidad y cuentan con una buena variedad de postres y complementos.
Zócalo / 19:30
Para el atardecer, el zócalo de la ciudad es una gran opción. Y no sólo por tratarse de una plaza imponente y muy fotogénica, también porque a un lado está la Catedral y en los alrededores, algunas de las calles con mayor tradición del DF.
Cena y jazz en vivo / 21:00
Qué mejor manera de abrazar la noche que una buena cena en un bar subterráneo con todo lo necesario para disfrutar de una sesión de jazz. El Zinco Jazz Bar (Motolinia 20) es un lugar acogedor y bien ambientado; el sitio perfecto para fundirte a través de un buen cocktail o scotch a ritmo de blues, jazz o fusión en vivo.
La historia continúa / 23:30
Para los que quieren seguir desdoblando la noche en busca de más anécdotas, puedes regresar a la Condesa-Roma a alguno de los múltiples bares y clubes, por ejemplo el Salón Conde (Michoacán 93), en plan rockero o el Rioma (Insurgentes 377, un clásico de la escena electrónica); o si sientes que eres demasiado cool,entonces el M. N. Roy (Mérida 186) es una de las opciones más trendy.
DÍA 2 (SÁBADO)
Desayuno / 9:30
Desayunar en el Centro Histórico es una forma prometedora de comenzar el día. El Cardenal, un lugar tradicional que entre semana es frecuentado por políticos, puede ser una gran opción. Si prefieres algo más casual y barato, el café El Popular (5 de Mayo 52) es el indicado; te recibirán con pan dulce, café con leche y chilaquiles –por cierto, este lugar esta abierto las 24 hrs; es bueno saberlo. Para bajar el desayuno puedes caminar unos metros a la Catedral, visitarla por dentro y admirar el gigantesco órgano que tiene.
Coyoacán / 11:30
Para continuar el día te trasladas en dirección al sur hasta Coyoacán, uno de los barrios más hermosos y culturalmente activos de la ciudad. Aquí, además de pasearte por la plaza principal y las calles aledañas, puedes escoger entre algunos de sus museos para visitar (Museo Frida Kahlo–Casa Azul, Museo Casa de León Trotsky, Museo Nacional de Culturas Populares, etc).
Comida / 14:30
Luego de tres horas de caminar y recorrer Coyoacán es necesario recuperar la energía, y qué mejor que aprovechar alguno de los múltiples restaurantes de este barrio. Queda en ti decidir entre Los Danzantes, un lugar de comida típica mexicana ubicado sobre la plaza principal, la célebre cantina La Coyoacana (Higuera 14), el mercado local -donde puedes ir por unas tostadas de ceviche y mariscos- o, por qué no, algo de comida árabe en el Sheik (Mérida 129).
Ciudad Universitaria / 16:00
Llegar al Centro Cultural Universitario de la UNAM abre un abanico de estimulante posibilidades. Dependiendo de tu gusto o estado de ánimo podrás elegir entre visitar el MUAC, que generalmente tiene muy buenas propuestas de arte contemporáneo, caminar por el siempre misterioso espacio escultórico o entregarte a los seres elementales de las plantas recorriendo el Jardín Botánico. Cualquiera que sea tu elección, tendrás una tarde memorable.
Caminata / 19:00
Aquí es cuando te das cuenta de que pocas vacaciones están diseñadas para descansar; y es que, si quieres aprovechar un destino en poco tiempo, tendrás que forzar el cuerpo. Así que vamos a Polanco, al parque Lincoln. A unos pasos del parque podrías comprar algo en una de las heladerías más tradicionales del DF, Roxy (Emilio Castelar 107) y descansar en una de las bancas, para tomar aire y disfrutar el atardecer.
Cena / 20:30
Alrededor del parque está una de las mejores zonas de restaurantes de la ciudad. Dependiendo de tu gusto y presupuesto podrás elegir entre comida japonesa, ya sea en el Tori Tori (Anatole France 71) o algo de comida mexicana-fusión en un pequeño y sofisticado lugar, el Oscar Wilde 9 (en Oscar Wilde 9). Si prefieres algo más casual y económico pero rico y con buen ambiente, te recomendamos el italiano Non Solo Pasta (Julio Verne 89), que se ha convertido en un verdadero clásico de la zona.
La historia continúa / 23:00
Si a pesar del largo día necesitas más estímulos, entonces podrías ir a un bar de la zona, por ejemplo el Lucky Luciano, que persigue la típica atmósfera neoyorquina (Masaryk 264) o en plan aún más fresa, al Guilt (Anatole France 120). En caso de que seas más aventurero, te guste la antropología nocturna y hayas terminado temprano con la cena, dirígete sin duda al Patrick Miller (Mérida 17) en la Roma, para sudar y bailar a ritmo de high energy, eurotrash o algún otro exuberante género; es barato y seguro no olvidarás la experiencia (te recomendamos confirmar si está abierto, ya que en sábado sólo abre cada 15 días).
DÍA 3 (DOMINGO)
Desayuno / 10:00
Por qué no empezar tu día desayunando en la Condesa; por ejemplo en Fresco by Diego (Fernando Montes de Oca 23) o en Le Pain Quotidien (Amsterdam 309). O ya en la Roma podrías ir al Mercado de Medellín, a alguna de sus múltiples fondas, por un tradicional plato de chilaquiles.
Caminata y museo / 11:30
Luego de un traslado de 15-20 minutos llegas a Reforma, a la altura del bosque de Chapultepec, donde puedes visitar alguno de los tres museos que están por ahí, ya sea el Museo Nacional de Antropología, el Museo Tamayo o el Museo de Arte Moderno. Independientemente de cuál sea tu elección, caminar sobre esa avenida es una buena experiencia ya que puedes disfrutar de alguna de las exposiciones públicas: en las rejas de Chapultepec se exhibe permanentemente una muestra fotográfica, mientras que en los camellones generalmente hay esculturas. Si aún tienes tiempo y energía valdría la pena entrar al bosque y visitar el Castillo de Chapultepec, o simplemente tirarte un rato junto a un ahuehuete y comenzar a digerir las últimas 48 horas.
Imagen: Jose Luis Ruiz / flickr
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