Históricamente, el rock cumplió un rol subversivo cuestionando al sistema, la frivolidad y las reglas sociales. Hubo un momento impreciso en México en el que la totalidad de los festivales de música masiva se inundó de marcas que hoy hacen suyos los eventos. En una lastimosa tendencia, las bandas que fungían como catalizadoras de rupturas de paradigmas se metieron de lleno en el marketing musical.
En este contexto nace el Festival Antes. Quizá su nombre alude al papel de la música marginal de otras décadas, cuando los encuentros entre los asistentes eran espacios con una cierta rebeldía implícita frente a la cultura de lo establecido. Este festival tiene una cualidad urgente: devolver a la escena musical su propia independencia y oxígeno.
El Festival Antes es un evento sin fines de lucro; los precios son tan accesibles que van desde lo gratuito hasta los 60 pesos, cantidades simbólicas que devuelven la misión cultural a la música, es decir, no pertenecer a nadie. Inició hace cuatro años y en esta edición presentarán a más de 90 bandas, muchas de ellas experimentales.
Los organizadores del festival llaman a su concepto “un mapa sonoro de la República Mexicana”, y es que no puede retratarse la escena actual si las propuestas deben cumplir ciertos requisitos mediáticos para llenar los escenarios. Contrario a la tendencia, el Festival Antes desea encontrar talentos y compartirlos con un público ávido de escucharlos.
Un concierto que honra lo indie, con la totalidad de sus letras. El staff, por ejemplo, está integrado por voluntarios. Entre las bandas a presentarse están Insectontos, Vampire Slayer y Terror Cósmico. Los escenarios estarán divididos entre el escenario fresco, el escenario de bandas y el escenario un poco más denso.
Fechas: 24 de julio al 3 de agosto.
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