La fantasía juega un intrigante papel en la mente. Nos mueve a imaginar escenarios donde la naturaleza humana, con la complejidad de sus claroscuros, se desdobla en ambientes inusitados, generando reacciones que no sucederían en el paraje de lo que nombramos realidad.
Las distopías, utopías, ciencia ficción y fantasía son espacios que han tomado vuelo en los últimos años, como muestra la multitud de seguidores de los movimientos zombies, de las narrativas de vampiros, etc. Las historias de terror, producto de leyendas o de la imaginación individual, tienen un rol indispensable en la literatura. Estas manifestaciones que nos sitúan en el terreno de los fenómenos sobrenaturales, y que se asoman al mundo “real” de la mayoría de las personas –sin necesidad de que haya superstición o ignorancia de por medio, simplemente llegan en algún momento de nuestra vida y llaman a la puerta.
Se han acuñado numerosas antologías de cuentos de terror, pero pocas alrededor de una urbe en particular. En este sentido la ciudad de México es una vasta fuente de leyendas, crónicas y anécdotas en torno a lo sobrenatural –y no sólo por su larga historia; también, por la estrecha relación de su cultura con lo metafísico. Ciudad fantasma es una recopilación de cuentos e historias de horror, hilvanados por grandes de la literatura mexicana como Alfonso Reyes o José Emilio Pacheco. La antología se forjó bajo un especial criterio: todas tienen como escenario o protagonista a la ciudad de México.
Esta antología fue reunida por uno de los grandes exponentes de las historias de horror en México, Bernardo Esquinca, en mancuerna con Vicente Quirarte. Ciudad fantasma fue editada por Almadía en 2013. Entre las historias sobrenaturales en el DF que son reunidas en este libro encontrarás varios clásicos urbanos, como “La Llorona”, de Artemio de Valle-Arizpe, “La cena”, de Alfonso Reyes, “La fiesta brava”, de José Emilio Pacheco o piezas más recientes como “La mujer que camina para atrás”, de Alberto Chimal o “El año de los gatos amurallados”, de Ignacio Padilla.
Se trata de un libro que alimenta el magnético gusto por la ciudad de México que muchos compartimos; por cierto, un sitio históricamente dramático –recordemos su conquista o, antes, su fundación mitológica–, asediado por innumerables fantasmas y mutaciones drásticas. Así que no es descabellado sentir la paranormalidad en sus venas.
Leave a Reply