11 raras costumbres chilangas que desconciertan a los foráneos

De entre la serie de prácticas que los chilangos ejecutan día a día con normalidad, existen muchas que han sido etiquetadas por las miradas extranjeras como costumbres alojadas en el sinsentido.

Para descubrir esas rarezas que le han valido a la cultura chilanga el mote de surreal, más allá de las costumbres de México como país, aquí una lista de 11 costumbres bizarras:

1. En las tiendas nunca hay morralla

Aunque la frase “Al cliente, lo que pida” es común en los negocios de la capital lo cierto es que, si el cliente pide cambio de un billete de alta denominación, esto no será concedido por el vendedor.

2. La puntualidad no existe

El concepto de puntualidad entre los chilangos se caracteriza por su alto grado de subjetividad. Ser puntual puede significar que se tienen 15 minutos de tolerancia, que si se llega a la hora exacta a la fiesta seguro hay nadie o que si la invitación a una reunión precisa un horario es porque todos esperan que se llegue media hora después.

3. En las cantinas y algunos bares dan comida gratis

En la ciudad de México no se puede beber alcohol sin ingerir mientras tanto un sagrado alimento; de ahí la costumbre en cantinas y bares de dar botana gratis, cosa inusual en otras partes del mundo

4. Nadie usa las franjas ni los puentes peatonales para cruzar la calle

Aunque haya franjas pintadas en las esquinas de las calles que marcan el lugar por donde el peatón debe cruzar, o puentes que facilitan la tarea, siempre es más cómodo saltar macetones, brincar camellones o más hazañas intrépidas, con tal de no caminar unos cuantos metros de más.

5. No hay café decente

Pese a que México es famoso en el mundo por su café chiapaneco, este parece no alcanzar a llegar a la ciudad. Cuando los extranjeros piden un café, siempre reciben una agüita de calcetín hecha con café soluble.

6. Uso inmoderado del gel

Algo pasa en los cabellos de los hombres de la capital que sus peinados perfectamente delineados resisten a cualquier ventarrón o tempestad.

7. Largas conversaciones con tan sólo tres palabras

Güey –sujeto-, chingar –verbo- y la figura de la madre en todas sus variantes posibles, son palabras medulares en toda conversación chilanga.

8. La niña de los colchones

Siempre es la voz de la misma niña la que recorre todos los rincones de la ciudad, gritando: “¡Se compran colchones, tambores, refrigeradores, estufas o algo de fierro viejo que venda!”.

9. A la hora de manejar, la direccional no existe

Si los automovilistas quieren cambiarse de carril o dar vuelta en una calle, lo mejor no es anunciar la decisión con la direccional; esto, en lugar de abrirles el paso, dificultará la tarea. La técnica ideal es “aventar la lámina”.

10. En los baños públicos no hay papel

En la ciudad, encontrar un baño público con el dispensador de papel lleno es casi imposible.

11. Los hombres y mujeres no pueden compartir el transporte público

En el metro y el Metrobús hay áreas especiales para mujeres; incluso existen camiones y taxis pintados de color rosa que sólo brindan servicio a las féminas. El chiste es que los hombres y las mujeres no se toleren cuando de viajar en transporte público se trata.

Foto: Lucy Nieto / flickr


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