Se trata de jardines creados en los techos de casas, departamentos, edificios o centros comerciales en los que se siembran desde árboles y plantas hasta pequeñas huertas donde se producen vegetales para el autoconsumo, han comenzado a extenderse por las alturas de la ciudad.
Si bien, tener una azotea verde permite mantener un contacto más cercano con la naturaleza -algo que parece imposible en una urbe tan voraz como la capital-, existen otras bondades que van más allá del puro goce estético que producen los jardines en el cielo.
Aquí presentamos algunos argumentos que explican porqué todos deberían tener una azotea verde:
Beneficios ambientales: las azoteas verdes disminuyen la temperatura de los inmuebles donde se instalan, lo que ayuda a reducir el efecto de “isla de calor”, fenómeno común en las ciudades densamente edificadas. Asimismo, cada metro cuadrado de azotea verde atrapa un kilo de CO2 y genera el oxígeno requerido por una persona en un año.
Incentivos económicos: construir un jardín en el techo de una casa aumenta el valor de la propiedad hasta en un 15% además de que, en el caso del Distrito Federal, se incentiva la realización de este tipo de proyectos mediante la reducción del pago anual del impuesto predial en un 10%. Para obtener dicho descuento, la azotea verde debe ocupar la tercera parte del total de la superficie. Las personas interesadas en beneficiarse con este incentivo fiscal pueden comunicarse al 072 para registrar su solicitud.
Retención del agua de lluvia: las azoteas verdes absorben 75% del agua pluvial por lo que, en temporada de lluvias, se alivia la presión en el sistema de drenaje de la ciudad, se evita su sobrecarga y las inundaciones.
Aislante acústico: la tierra y las plantas son elementos efectivos para el aislamiento acústico, por lo que reducen el ruido de la ciudad que se filtra en las casas y edificios.
Privilegios estéticos: sin duda alguna, tener una azotea verde es una gran alternativa para acercar la vegetación a nuestro hogar. Los jardines en las alturas mejoran la estética del espacio y de la urbe, además de que son lugares ideales para el ocio.
Si estás interesado en ocupar el espacio de tu azotea con pasto, plantas, arbustos y hasta árboles, debes consultar primero a un arquitecto que te indique cuánto peso aguanta el techo de tu casa y que desarrolle un proyecto adecuado a las posibilidades de tu azotea.
Pero como consultar a los especialistas puede resultar caro, puedes hacer tú mismo una azotea verde; para eso sólo necesitas observar las posibilidades que te brinda tu espacio y comenzar con la naturación del suelo en forma indirecta, que es mucho más barata y se realiza a través de macetas.
Asimismo, para ayudar a disminuir la contaminación, se recomienda utilizar materiales reciclables como pet, botellas, cajas, cubetas o cualquier contenedor viejo –hay quien usa hasta zapatos-, y sembrar en estos de preferencia plantas crasuláceas, ya que son más fáciles de cultivar.
En fin, aunque para algunos sólo se pueden considerar como azoteas verdes aquellas que conllevan una naturación directa, lo cierto es que lo realmente importante es llenar los espacios de la ciudad con vegetación.
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