¿Quién narra la ciudad? Aquellos que miran estáticos, a través de un cristal, las filas interminables de automóviles que se extienden ante sus ojos y se pierden en el horizonte; o los otros –la mayoría–, que construyen su historia a pie entre las calles de la urbe.
Como en toda megalópolis donde la modernidad se despliega a sus anchas y promete optimizar los sueños del hombre civilizado, en la ciudad de México la vida pedestre ha quedado confinada a los recovecos peatonales que sobreviven entre el asfalto y el concreto.
El predominio del uso del automóvil no sólo causa estragos ambientales y daña la estética urbana; según los datos estadísticos cada año 24 mil mexicanos mueren en accidentes viales y, de ellos, 52% son peatones. En el caso de la ciudad de México, diario muere un peatón atropellado y muchos más resultan gravemente heridos.
Lo anterior aunado a la tendencia de las políticas urbanas que, en un afán de resolver los problemas de inmovilidad vial, continúan dotando de infraestructura asfáltica a la ciudad –juego fullero en el que la enfermedad es usada como antídoto-, ha detonado el surgimiento de movimientos ciudadanos que pugnan por humanizar la urbe y crear espacios seguros para los viandantes.
Recientemente, en la ciudad de México se ha conformado una Liga de la Justicia Peatonal que congrega tanto a superhéroes enmascarados como a colectivos y expertos que salen a las calles para combatir la vorágine urbana, luchar por el derecho del peatón a la ciudad, evidenciar la ineficacia de la autoridad y hacer el trabajo que el gobierno se ha negado a realizar.
La idea, inverosímil a primera oída y tan surreal como las problemáticas que derivan de la aglomeración de autos que tiene lugar en esta urbe, es una realidad que deja en claro que los capitalinos necesitan recuperar el espacio para seguir caminando con seguridad a través de la historia –su historia–, inscrita en su ciudad.
Peatónito: el superhéroe de la revolución peatonal
Armado con dos latas de pintura y el Reglamento de Tránsito del Distrito Federal, Peatónito, el superhéroe enmascarado que lucha en contra de la imprudencia de los automovilistas y la negligencia de la autoridad, sale a las calles de la ciudad decidido a concientizar y evidenciar la falta de cultura vial que amenazan la seguridad de los peatones.
Entre las acciones emprendidas por este personaje chilango que ha alcanzado fama mundial destacan: aplicar todas sus fuerzas para mover los carros o motocicletas que invaden banquetas o franjas peatonales, dar el paso a los peatones cuando los automovilistas se niegan a darlo, y dibujar pasos de cebra y señalamientos que adviertan peligros como hoyos o banquetas rotas.
Colectivo “Camina, haz ciudad”
En 2011, un grupo de jóvenes –y no tan jóvenes– iniciaron una lucha a favor del derecho a habitar de manera digna la ciudad, recuperar las banquetas para el peatón y las áreas verdes y, sobre todo, combatir el predominio de los enfoques “cochecentristas”. El detonante del movimiento: las muertes de algunos peatones que, luego de la construcción de un complejo inmobiliario en Santa Fe y su respectiva vía –exclusiva para autos–, se veían obligados a cruzar a un lado de los carros por el “Puente de los Poetas”.
Así comenzó el trabajo con recursos propios: primero, con la pinta de lo que ellos denominan una Wikibanqueta, a lo largo del Puente de los Poetas; luego se amplió, con brocha en mano, la traza de banquetas que habían sido recortadas para privilegiar el tránsito vehicular; posteriormente fueron dibujados carriles para los que se transportan en bicicletas y después, vinieron las gestiones con las autoridades que muchas veces borraron lo que el colectivo había dibujado en aquellos lugares carentes de infraestructura que brindara seguridad peatonal.
Rey peatón
Desde hace dos años, Roberto Remes, un consultor de movilidad, equipado con plantillas y pintura, comenzó a dibujar figuras de peatones con coronas sobre las franjas destinadas para el cruce de los viandantes. La finalidad de este trabajo: representar la importancia del peatón en la ciudad.
Así, a partir de estos dibujos, Rey peatón busca penetrar en la mente de los citadinos para que quede claro que en una ciudad donde la mayoría de los pobladores se moviliza a pie, el rey de las calles no puede ni debe ser el automóvil.
Pedestre
El arquitecto Rodrigo Díaz González, de nacionalidad chilena y radicado en la ciudad de México, es un experto en el tema de la vivienda, y en últimas fechas se ha hecho famoso por hacer patentes los problemas de movilidad, derivados de las políticas urbanas que privilegian e incentivan el uso del automóvil.
Alterritorios
Este taller experimental situacionista, si bien no se ha afiliado formalmente a la Liga Peatonal, destaca por sus intervenciones en la urbe, en las que el andar callejero y las situaciones cotidianas sirven para dar un vuelco a las formas en que se vivencian y experimenta la ciudad.
De esta manera, el invento urbano se pone en juego ante la creatividad de este colectivo que busca crear grietas espaciales mediante un laboratorio nómada a partir del cual se generan reflexiones acerca de las formas en las que se incide en el laberinto de imágenes que construyen la memoria de la ciudad de México.
La Liga Peatonal se extiende más allá de la capital del país, y comienza a adquirir adeptos que se enlistan para luchar en favor de los derechos de los que caminan por las calles. Para adquirir mayor información respecto a este movimiento se puede acceder a la página de internet de la Liga: www.ligapeatonal.org
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