tríbus estilosas
Fresas y hipsters: aunque seguramente lo negarían, en México estas dos tribus urbanas son como dos hermanas mellizas separadas al nacer. Casi todos vienen de familias acomodadas, o como dicen por ahí, “familias bien”. De hecho, no es raro que en el oscuro pasado de un hipster de hueso colorado encontremos un fresa. Los hipsters se han vuelto los reyes de colonias como la Roma, Condesa, la San Mi, Escandón, Centro, la Juárez y algunos más aventureros, de la San Rafa. Tienen un look muy peculiar, difícil de describir pero muy fácil de detectar: suelen ser un tanto irreverentes en la ropa que eligen, pero por lo general visten de forma muy cuidada, con muchas referencias a la cultura pop y a los legendarios beatniks de los años cincuenta.
Mientras tanto los fresas de pura cepa por lo general pululan fuera de las zonas céntricas de la ciudad, en las periferias pudientes como Bosques, Pedregal, Interlomas, San Ángel, Santa Fe (no en las barrancas), Polanco y alguno que otro perdido en la del Valle. Son más clásicos al vestir, más discretos (a menos que sean de Monterrey, pero esos son otro cuento). En el DF a los fresas se les distingue por sus polos, suéteres en los hombros, mocasines y colores neutros, mientras que las chicas llevan bolsas grandes y siempre van muy entaconadas.
Son dos tribus urbanas que, aunque quizás no se den cuenta, tienen mucho en común. Una de esas cosas que comparten los fresas y los hipsters es que suelen estar siempre al tanto de la moda, les importa mucho la apariencia y quieren siempre destacar dentro de su grupo. Estar bien vestidos para ambos es una prioridad, y que la gente los voltee a ver cuando entran en cualquier sitio.
Por: @CarloxDiaz de HeyBigSpender.
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