En la ciudad de México numerosos personajes forjan, a diario, el escenario cultural. Algunos lo hacen desde un perfil discreto, otros desde el foco, pero lo cierto es que la urbe tiene un toque muy único que la diferencia del resto de los países en cuanto a oferta cultural suburbana.
Hoy te presentamos un acercamiento con José Luis Paredes (Pacho Paredes), que desde hace más de 20 años conoce e influye en la escena cultural del DF, primero como baterista, durante 20 años, de la legendaria banda pachuca la Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio y después como promotor de irónicos eventos alternativos, por ejemplo el ciclo Radical Mestizo del Festival de México y el nuevo ciclo del festival Poesía en Voz Alta. Actualmente dirige el Museo del Chopo –tras haber hecho lo mismo con la Casa del Lago.
1. Iniciaste actuando… ¿De dónde te viene la influencia de las artes?
En la escuela había una educación muy vinculada a las artes manuales; imprimíamos nuestras revistas, aprendías a usar mimeógrafo, clases de grabado, aguafuerte, clases de teatro y danza. Sí había un contacto muy fuerte con lo artístico, la escénica y también con las ideas progresistas: como era una educación alternativa se criticaba lo convencional; era antisistémica.
2. ¿Qué ha cambiado en la escena cultural del DF desde tus inicios en este plano?
Por poner un ejemplo: del 85, que surge Maldita Vecindad, hasta el 2003 que yo estuve ahí, toda esa cultura vinculada al rock pero que no sólo era rock, eran artes visuales, performance, etc., era marginal o subterránea, no había instituciones. El Museo del Chopo era de las pocas instituciones que programaban estas expresiones subterráneas. En ese tiempo el performance era una práctica nueva y que no se programaba mas que en el Chopo. Desde luego el rock era una música perseguida, estigmatizada, casi prohibida. ¿Qué ha cambiado? Pues que ahora hay más tolerancia: el performance ya tiene una institución especializada que es el Ex Teresa, el rock ya tiene su festival masivo, Vive Latino, al que vienen muchos grupos del extranjero; en ese entonces, era casi imposible. Los grupos ya no necesitan siquiera que alguien los grabe; se graban solitos y fluye por internet, entonces han cambiado muchisísimas cosas.
Las mejorías…
La apertura.
Los desafíos…
Si en mi generación el reto sobre la generación artística y cultural era la dificultad de tener acceso a los recursos, a los medios, a la difusión y divulgación de tu trabajo, si el paradigma era la escasez y falta de acceso a la información, hoy en día el principal desafío es el ser libre en un mundo de abundancia. Está internet, donde está la información de todo el mundo y ahí lo difícil es cómo navegar y encontrar lo bueno, digamos. También, yo creo que todavía faltan espacios, foros independientes, porque no existe una licencia en la ciudad para abrirlos, entonces todo se reduce a los bares convencionales o bares que programan rock pero que normalmente son abiertos por gente que tiene la posibilidad de pagar una licencia de un bar. En cambio las experiencias de foros alternativos independientes, como sucede que se abren en otras ciudades del mundo, es más difícil porque no existe una licencia.
3. Sobre el rock mexicano actual: hay quien dice que perdió su identidad. Antes Caifanes o la Maldita Vecindad, Café Tacuba o Santa Sabina, se apropiaban y traducían una cultura mexicana compleja. ¿Qué opinas de la escena del rock actual? ¿Se perdió este espíritu contracultural y guerrero?
Yo creo que siempre hay grupos contestatarios que son muy críticos, de denuncia o reivindicativos, pero siempre son menos que el resto. (…) Yo creo que sí es parte de la esencia del rock rescatar las voces rebeldes que cuestionan la cultura pero conviven con la frivolidad, conviven con estos grupos frívolos, que también pueden ser buenos. (…) Sí creo que ahora es más fácil que los chavos formen su grupo o tengan como motivación para formar un grupo la posibilidad de ser famosos, cosa que en mi generación no era factible. En el 85 u 86 que se forma Caifanes, no había posibilidad de ser famoso: si alguien decía “Yo quiero ser famoso” lo tirabas de a loco, entonces tu motivación era tocar y en el caso de Maldita decir lo que pensábamos era desafiar lo establecido. (…) Pero siempre va a haber grupos buenos y profundos y también triviales y superficiales.
4. Algunas propuestas mexicanas musicales actuales que admires…
Me gusta Románticos de Zacatecas, Paté de Fuá y Centaurus.
5. Has dirigido proyectos que expanden la cultura mexicana como el festival de Radical Mestizo, el festival Poesía en Voz Alta o el Museo del Chopo. ¿Qué sentido tiene para ti como artista promover este tipo de expresiones? ¿Qué papel cumplen estas iniciativas en la cultura mexicana y de la ciudad de México?
Han sido espacios culturales novedosos que requieren un trabajo de investigación, de reflexión, porque estás programando cosas nuevas y hay que ver cómo lo comunicas para que la gente vaya. Programar cosas nuevas te exige investigar. Programar lo conocido es fácil; para hacer algo novedoso tienes qué pensar cómo lo comunicas y en qué contexto, para atraer a la gente indicada.
6. Sobre la ciudad de México
3 adjetivos que la describan
Inmensa, malsana y maravillosa.
Su mayor virtud
La vitalidad cultural que tiene y el grado de tolerancia que ya hay.
Su mayor vicio
El grado de incivilidad que sufre, producto de que no se aplican la leyes por parte de las autoridades.
Lugares imperdibles de la ciudad
El Museo del Chopo.
3 personajes de la ciudad de México que admires
Luis Felipe Fabre, poeta, Verónica Gerber, artista visual y Alonso Arreola, rockero.
Twitter de la autora: @anapauladelatd
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