El arte urbano nació como una subversión, bajo el entendido de que los museos y las exposiciones son accesibles sólo para un reducido sector de la población. La calle como el gran lienzo se extendió sin un inicio específico cuando bandas callejeras marcaban sus territorios o algunos creativos inundaron con sus firmas las calles, como Taki 183, un mensajero que desde inicios de los setenta plasmó su seudónimo por todo Nueva York.
En México, Watchavato, alias Luis Romero, es uno de los streetarteros más reconocidos. Lleva practicando el arte de la calle por más de 15 años, y ha conjugado su historia personal y formación artística en obras que reflejan sus más íntimas experiencias. Watchavato va plasmando sus etapas de vida y creatividad. Ha expuesto en países como Francia, Australia, España, Colombia, Argentina y Canadá, y en su faceta comercial ha sido arropado por marcas como Vans o Puma –aunque desde una mentalidad crítica, está convencido de que el arte callejero no pertenece a festivales ni marcas–.
1. ¿Quién es Watchavato?
En un principio siempre decía que Watchavato era un personaje al que yo le di vida para hacer cosas que quizá yo como individuo no hubiera podido hacer, no me habría atrevido. Era de cierta forma como bautizar al personaje que iba a salir a hacer cosas a la calle: toda la cuestión de guerrilla en calle. Ya tengo más de 15 años trabajando como Watchavato y creo que ahora me he vuelto un personaje adulto, crítico, autocrítico principalmente, y más tranquilo; ese vato es Watchavato ahora, es un personaje que evolucionó.
2. ¿Cuál es para ti la esencia del arte callejero? ¿Por qué es considerado arte?
Es arte porque son piezas que en su mayoría están hechas como cualquier pieza de arte. No se hace en un estudio y con un caballete; la gran diferencia es que se hace con menos tiempo, con una técnica más rápida como el aerosol, los pinceles, sticker o cartel, y libremente, en la calle. La gran diferencia es que está en un espacio abierto, en un lugar que lo puede ver todo mundo, a diferencia de las galerías y museos.
3. ¿Cómo crees que se percibe en la ciudad de México al movimiento de street art?
Hay gente que son más calle, que hacen más tags, más bombas, más graffiti, a diferencia de los que hacemos más street art, que hacemos más piezas hechas con stencil, sticker, cartel, y que creo que somos más bienvenidos, porque no somos tan agresivos, tenemos ética sobre dónde colocar las piezas, y estas de cierta manera están más trabajadas. En la ciudad de México se asocia a un movimiento más vandálico; a la mayoría de las personas, si les hablas sobre un movimiento de arte urbano, te dirán que son vándalos, son vagos, porque los más radicales se llevan en las patas a todo el movimiento.
4. El arte urbano nació en parte como una rebeldía al sistema, incluso a la falta de espacios. ¿Se pierde esto con el patrocinio de las marcas a los artistas callejeros?
El rollo clandestino, esa parte que a mí me enamoró para estar dentro del movimiento, las marcas lo acaban, lo fulminan, ellos es lo que menos buscan. A ellos no les importa el arte urbano, les importa su marca y que se venda a través del movimiento del arte urbano y bajo la técnica del street art, no la parte callejera. Yo no creo que a ninguna marca le importe más apoyar a un artista y hacerlo crecer que el que crezca su producto. (…) También fui de esas personas que de repente de estar en la calle tomando espacios, interviniendo espacios en la calle, de repente llegó una marca como Vans y me dijo “Te queremos patrocinar, te queremos dar ropa, dinero, que viajes con nosotros, que expongas en galerías”; yo dije “Qué chingón. Ya para qué me expongo en la calle, ¿sabes? Ahora tengo como todo el consentimiento de una galería en blanco para que yo haga lo que yo quiera; encima me van a pagar”. Cuando yo vi esto por supuesto que lo hice, pero te estoy hablando que tenía veintitantos años y me dejé consentir por esas marcas. Ahora, a la edad que tengo, te juro que es lo que menos quiero hacer. Sí apuesto más por volver a cómo empezó el movimiento: por salir a la calle en la madrugada, tomar espacios. Me gusta mucho la esencia del street art, la cuestión de sorprender: que la gente vaya por la calle y diga “Esto no estaba ayer”.
5. Algunas propuestas mexicanas de arte urbano que admires…
Me gustan mucho y respeto a exponentes como Saner, Curiot, Sejer y Dear Smith. Han sido chicos muy talentosos y que no se han detenido a lo que están haciendo ahora. Me gustaría que ellos volvieran a como los conocí: conservando un poco esa parte clandestina de hacer cosas en la calle, cosas ilegales. Zafarse un poco de los festivales y el consentimiento.
6. Sobre la ciudad de México
Tus impresiones sobre la ciudad de México
Diversidad, conformismo de algún modo, para sobrellevar la vida pero no para ser feliz. Al país y al DF los siento como muy mareados ahora, como muy distraídos, con la mirada en cosas como fáciles, como muy simples y que hacen los problemas a un lado, pero no se resuelven.
Lugares imperdibles de la ciudad
Yo recomendaría Satélite, Roma-Condesa y Coyoacán. Son muy diferentes pero muy vistos; creo que muestran una identidad interesante de la ciudad.
3 personajes de la ciudad de México que admires
Me gusta mucho conversar con gente mayor dedicada a los oficios, es gente que cree mucho en ellos y se siente incluso una paz: suelen ser felices, sonrientes, humildes, como plenos. Y fuera de ahí todos los creadores, pero que se han mantenido al margen y su intención es realmente crear; el éxito y fama vendrá después, que no es que no les guste o no lo quieran, pero no es lo que los hace seguir trabajando o creando.
Los mejores lugares para ver arte urbano en la ciudad de México
Paradójicamente, muchos de los artistas urbanos que yo te dije ahora están expuestos en festivales y muchos en Roma–Condesa. A mí lo que me encanta es cuando voy a la salida a Puebla y veo esos graffitis gigantes o esas bombas de colores con letras enormes; me enamoro. También el trayecto de tren suburbano que va a Cuautitlán Izcalli, que va por un lado de todas las bodegas viejas y está lleno de tags y de bombas muy radicales, pero cuando lo veo en este contexto me encantan, es como su territorio.
Twitter de la autora: @anapauladelatd
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