En la década de los treinta, en Estados Unidos se conjugaron dos culturas incipientes: la del cine y la del automóvil.
Hoy la cultura del auto pareciera perder reputación por sus efectos medioambientales. Sin embargo, usar el coche con moderación y para un fin recreativo como el del autocinema es aún grato.
Los autocinemas se popularizaron por dos efectos fehacientes; por un lado se hacía más económica la experiencia del cine y muchas familias podían asistir sin la preocupación del ruido causado por los niños y por otro, las parejas podían tener intimidad en las entrañas de sus autos, lo que dio lugar a la famosa frase de: “1 de cada 4 estadounidenses de la generación de los 50 fue concebido en un autocinema”.
La facilidad de crear autocinemas -recordemos que una película puede proyectarse, por ejemplo, en cualquier muro blanco- hizo que estos se viralizaran en todo el mundo. México no fue la excepción, pero hace unos 30 años cerró el último que quedaba.
Autocinema Coyote es una iniciativa que busca revivir la experiencia de este concepto, y en 2011 inició con funciones que apuestan sobre todo por la muestra de películas clásicas (agregando con esto, por cierto, un toque más interesante). Algunos otros sitios muestran cine clásico en la ciudad, pero es la primera vez que se hace desde un concepto como este: una mezcla de curaduría y la adecuación de un espacio comercial abierto.
En un inicio Autocinema Coyote abrió en Coyoacán, pero ahora ha mudado su sede a Santa Fe. Cada función abre su servicio una hora antes para que puedas llegar, acoplarte, comprar antojos en la cafetería y convivir con otros. El pago del boleto cuenta por coche sin importar cuántos pasajeros vayan adentro. Su propuesta estética es, por supuesto, cincuentera.
Más allá de una moda, la diversificación del cine es necesaria; generar más espacios donde las personas puedan consumir más historias y modos de entrever la vida (una de las principales cualidades del cine). Tener más opciones de acceso a este arte que transgredan el binomio que hoy persiste en el país, Cinemex y Cinépolis, es en sí una opción loable para consumir otro tipo de historias y, por lo tanto, otras culturas.
Busca alguna buena película de terror y disfruta de este grandioso lugar.
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