El teatro callejero siempre ha estado ligado a la vieja anarquía.
La magia se da porque es un espectáculo donde existe una comunión entre el espectador y la artista.
Leticia Pedrajo
Algunas frases que circulan anónimas por internet relacionan al teatro callejero con la anarquía. Podría decirse que en la Antigua Grecia, cuando los viajeros llegaban a las ciudades y contaban (actuaban en muchos casos) sus historias, ahí comenzaron los primeros atisbos del teatro callejero.
En la Edad Media se hacían representaciones públicas de los misterios, con recurrentes representaciones de ángeles y demonios. Luego en el siglo XX nació como una subversión a los espacios habituales de exhibición de la cultura: un reto a las reglas y una manera de detonar reflexiones en el público.
Hoy, el teatro callejero o llamado “de calle” sigue siendo una rebeldía a lo existente. Si en sí el teatro topa obstáculos casi infranqueables como la falta de financiamiento, el callejero, que suele ser gratuito, enfrenta su casi extinción como una cualidad de su labor.
El tener una sincronía y un encuentro casual con el teatro es uno de los efectos que más pueden generar cambios o reflexiones en nosotros, más aún cuando, casi por ende, los actores a quienes vemos personificar sus caracteres son amantes auténticos de lo que hacen -de lo contrario, ¿no estarían en un sitio más redituable financieramente?
Te presentamos algunos grupos de teatro callejero de la ciudad de México. Puedes, además, seguirles la pista a estos nómadas que van llevando cultura espontánea:
Colectivo de Teatro Callejero Xutil del Faro Oriente
Es un pionero emblemático del teatro callejero en México. El colectivo nació hace 30 años con trabajo itinerante. Se ha sostenido en parte por su vocación auténtica, pues fue fundado por una familia de actores y artistas callejeros que constituyen el corazón del colectivo. En 1991 crearon la asociación AMAC María Sabina A.C.(asociación de músicos y artistas callejeros), cuyo principal escenario han sido los vagones del metro de la ciudad de Mexico. Hasta hoy se conserva, y es quizá una de las compañías de teatro callejero de más vocación y cariño.
Este grupo de teatro callejero especializado en cielo abierto, como se autonombra, brilla entre los demás porque usualmente incorpora el uso de títeres, máscaras y música: la reinterpretación de elementos tomados de las tradiciones latinoamericanas y una constante investigación sobre el uso del color. Una de sus premisas es sorprender al transeúnte y transformar la realidad que habita en otro mundo posible a través de la ficción. “Investigamos el lenguaje de la calle para que, sin esperarlo, quede encantado conversando con sus propias fantasías”.
Este es quizá el proyecto más conocido de teatro callejero. Forma parte de Teatro UNAM y en un simpático remolque; van recorriendo el país con puestas en escena inesperadas. Así de práctico, se estaciona en escuelas, plazas, jardines, atrios y cualquier espacio público con escenario montado.
Hacen obras de teatro callejeras y convencionales. Es al mismo tiempo una compañía de teatro pero también una A.C para, por ejemplo, promover este arte mediante talleres.
Leave a Reply