El mes oficial de no rasurarse
¿En qué momento las barbas empezaron otra vez a dominar el mundo?
Algunos opinan que las barbas ya son algo passé (que en español quiere decir algo así como “del pasado”), pero se equivocan: las barbas siguen siendo lo de hoy.
Últimamente escucho mucho el nuevo termino lumbersexual o, traducido a cristiano, “el estilo leñador”. Pero aunque suene, en blogs y revistas sigue habiendo mucha confusión acerca de lo que significa este “nuevo” estilo. Por lo general se asocia con hombres barbones y fortachones, tatuados casi todos. Pero no es tan sencillo: si soy barbón pero no tengo tatuajes, ¿cuento como lumbersexual? Si soy barbón pero me visto fresa y detesto las camisas de franela, ¿qué soy? O si soy barbón pero para nada tengo ese cuerpo atlético, ¿ya no soy lumbersexual?
No señores, no se me depriman: puede ser que no cumplan con los requisitos que, como siempre, las revistas nos quieren imponer. Las barbas van mucho más alla de la lumbersexualidad. Las barbas son más que una moda o un estilo de vida: llevar barba es cultura (y además, es estratégico; no por nada el dicho: “Si eres feo, déjate la barba”).
No importa cómo vistas, no importa tu físico, lleva tu barba con orgullo, haz de ella parte de tu look; eso sí, tienes que saberla llevar, porque aunque parezca que es fácil, la barba es demandante, necesita tiempo, atención y cariño. Hasta para hacerla ver descuidada tienes que cuidarla.
Así que ya saben: todos a usar barba y, ni modo, para los que somos lampiños no nos va a quedar de otra mas que seguir buscando tratamientos mágicos y rezarle a San Juditas Tadeo que, como buen santo de las causas perdidas, en una de esas se acuerda de nosotros y nos empiezan a salir nuestros tres pelos en el mentón.
De momento les dejo aquí algunos muchachos que, orgullosos, lucen sus barbas por la ciudad. Para más inspiración, ya saben: heybigspender.mx.
Twitter del autor: @CarloxDiaz
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