El Mercado de Sonora es uno de los lugares más enigmáticos y polémicos de la ciudad. Para algunos es un sitio lleno de magia y misticismo, para otros, es sólo un lugar lleno de charlatanería; ahí confluyen brujos, chamanes y místicos, pero también toda una tradición de medicina herbolaria.
En los últimos años la ciencia ha comprobado, desde la vertiente racional, que realmente todo es energía; los humanos son energía, lo que sucede alrededor también es energía, y en este sentido todo está correlacionado, lo que ha dado pauta a un retorno a la creencia en prácticas milenarias que han sido consideradas por muchos como charlatanerías. ¿Creer en que alguien es capaz de influir en las energías? Bueno; de hecho, cualquier persona en el mundo lo hace inconscientemente.
Independientemente de que las creencias mágicas o místicas tengan un sustento verdadero o no, lo cierto es que todavía hay millones de personas que creen en esta posibilidad y esto se materializa en el Mercado de Sonora, un lugar en la ciudad dedicado a la magia y el esoterismo con la modalidad tradicional de un mercado.
Hoy enlistamos algunos de los productos más vendidos y demandados en este fascinante sitio. Un ligero asomo a este mundo. Sobre su autenticidad, este es un tema que dependerá de las creencias y experiencias de cada persona.
Sapos: son ofertados para llevar a cabo múltiples hechizos. Los vendedores te darán una asesoría de los modus operandi y de los tipos de efectos alcanzables.
La famosa Cédula de San Ignacio: para alejar a las malas vibras del hogar.
Manteca de cacao: para limpiar el aura.
Polvos del odio: una macabra fórmula para alejar y separar a las personas.
Baño de hierbas “de rompezaragüey”: contra las envidias y la mala suerte deseada por otros.
Polvo original del Corderito Manso: para apaciguar a las personas que buscan hacerte daño a ti o a tus cercanos.
Herraduras: para proteger los hogares.
Veladoras: las verdes para sanación, las azules para éxitos intelectuales, las rojas para el amor, las blancas para deseos sublimes, las amarillas para atraer el bienestar económico y las negras para pedir favores al Diablo.
La Santa Muerte: es una de las imágenes más vendidas de los últimos años. Las personas que hacen trabajos peligrosos son las que más acuden a ella. Generalmente son personas que no embonan en la religión católica por el tipo de vida que llevan a raíz, usualmente, de sus trabajos.
Trenzas de ajos machos: para proteger las casas de las envidias.
Colibríes: se usan como amuletos para la buena suerte.
Semillas de ojo de venado: para proteger del “mal de ojo” (este último es presuntamente provocado por la capacidad de una persona de producir el mal a otra con sólo mirarla).
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