Tacubaya despertará tu interés por su apabullante historia. Nació como un pueblo que lleva este mismo nombre; un antiguo poblado que fue adhiriéndose a la mancha urbana. Hoy el epicentro de la zona lleva en su esencia lo más tradicional de esta región que fue poblada desde tiempos prehispánicos, y por su relativa altura, comparada con el extinto lago de Texcoco, fue un lugar de resguardo de la alta alcurnia de los españoles en la época colonial. En los años 30 aquí se erigió el primer edificio de gran altura de la ciudad llamado edificio “Ermita” o “triángulo de Tacubaya”, de estilo art decó, que fue un gran símbolo de lujo en aquella época y que, curiosamente, contrastaba abruptamente con los arrabales circundantes.
Aunque Tacubaya tiene una rica historia en realidad hay una época peculiar que la ha marcado hasta hoy, pues como un símbolo de la rebeldía de las clases marginadas comenzaron a surgir en los años 80 un cúmulo de “chavos banda”, las primeras bandas callejeras organizadas y de una identidad muy remarcada, siguiendo tendencias mundiales. Estas formaron parte de los primeros brotes de la subcultura global en México, en particular de las bandas punk, que en el mundo undergroundcero emergían como rebeldía a la autoridad. De esta manera, las primeras subculturas de la colonia fueron multiplicándose con fuerza, tan así que en algún momento esta zona era conocida como “la tierra de nadie”.
En el escenario del cine el papel de la colonia también ha sido notable, pues ha figurado como escenario de películas legendarias desde la época de oro del cine mexicano como en la mítica Los olvidados de Luis Buñuel y, más recientemente, en cintas como Amores perros y Perfume de violetas.
Hoy la colonia Tacubaya abarca prácticamente lo que fue el epicentro de este pueblo. Sin embargo, la zona conocida con ese nombre comprende otras colonias, como la segunda sección de la San Miguel Chapultepec y algunas partes de Observatorio y la Escandón.
Te compartimos no sólo los lugares más emblemáticos de la colonia, sino de toda la zona de Tacubaya:
Panteón Civil de Dolores
De entre los panteones más grandes, este es el más antiguo de la ciudad. Está ubicado en la 3a sección del bosque de Chapultepec y fue fundado en 1857. Entre sus atractivos está su Rotonda de las Personas Ilustres que resguarda los restos de 104 personajes importantes, entre ellos, los de David Alfaro Siqueiros. En este lugar podrás ver una arquitectura mortuoria muy interesante y bella que va desde estilos de finales del siglo XIX hasta las elegantes tumbas de mármol del siglo XX o las más vanguardistas de acero.
Constituyentes, del. Miguel Hidalgo
El minimalismo rústico de este genial arquitecto ha quedado abierto al público desde la intimidad de su propio hogar en esta casa-museo. La composición de cada uno de los salones de este edificio es como una pintura abstracta con la esencia del estilo mexicano. Un lugar que hay que conocer al menos una vez en la vida.
General Francisco Ramírez, col. Daniel Garza
Museo del Escritor
Aquí encontrarás artículos personales de muchos escritores importantes como Octavio Paz o Carlos Fuentes; también hallarás un acervo en honor a Edgar Allan Poe y hasta algunas de las primeras ediciones auténticas de sus libros. Es un museo poco conocido, pero es quizá uno de los acercamientos más íntimos a los escritores mexicanos legendarios.
Parque Lira 94, col. Observatorio
Museo Nacional de Cartografía
Este museo está fundado en un antiguo convento del año 1686 y es quizá el acervo de mapas más importante de México. Aquí podrás recorrer una colección auténtica de los primeros mapas de la Nueva España, códices antiguos, telescopios, brújulas, mapas antiguos y actuales, ortofotos (o fotografía aéreas), maquetas y máquinas de medición. Un espacio muy especial, como un pequeño submundo de la búsqueda milenaria del hombre por entender y representar su espacio.
Av. Observatorio 94, col. Tacubaya
Edificio Ermita
Esta bellísima obra arquiectónica de art decó que está edificada en una esquina (el mismo edificio hace esta forma) es considerada una de las joyas de la arquitectura mexicana del siglo pasado. En su momento fue el más lujoso y vanguardista edificio de la ciudad, erigido en 1930, y también el más alto. Hoy está conservado en buen estado y verlo es sentir uno de esos aires a los que la ciudad aspiraba en aquellos tiempos; el ejemplo de la sofisticación de una época.
Revolución 23, col. Tacubaya
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