UTA Bar: el culto a la música ochentera nunca muere en México

“Unión de trabajadores Autogestivos”. Probablemente la mitad de la población mexa ya ha pisado este lugar al menos una vez. La o el UTA es uno de los mejores sitios de la ciudad para sentir la nostalgia de los 80, una década que, literalmente, parece que fue hace muy poco. Recordemos que aproximadamente entre 2010 y 2013 surgió en México la nueva escena de músicos y melómanos amantes del color negro, como consecuencia de un trending topic mundial que tardó un par de años en llegar a la ciudad. Y aunque lugares como el Chopo o el Under se han mantenido fieles a su escena durante muchos años (la mayoría viejos lobos de la verdadera década de los 80), la realidad es que el boom de hace unos cuantos años le dio al menos un poco de popularidad a bares como la UTA, donde era prácticamente surrealista encontrarte a una persona que vistiera ropa de color.

UATA

Este lugar es especial primeramente porque tiene una larga historia que refuerza la autenticidad de su identidad. Las personas que solían concurrirlo eran leales ochenteros, por dentro y por fuera. No es correcto referirse a las personas mediante etiquetas urbanas (darks y esos seudónimos absurdos que no definen a nadie por lo que realmente son), así que simplemente puede decirse que aquí concurren amantes de los 80. Ahora que el lugar es más o menos de dominio público, te puedes encontrar con cualquier tipo de persona sin sentirte ajeno en el caso de que no vistas prendas oscuras. Pero además, UTA no sólo es un bar al que puedes ir a tomarte una cerveza con buena música; también dedica su tiempo a organizar fiestas con Dj sets especiales de todos tipo de subgéneros engendrados, por supuesto, en la década de oro. Han organizado ciclos de cine, tocadas, tributos, concursos de disfraces y alguno que otro after de concierto. En realidad el lugar funciona como un colectivo cultural; siempre hay algo interesante que encontrarle.

UTA

uta barSu diseño es de admirarse; ningún otro bar en la ciudad se le parece (excepto su segunda sede, Paranoid Visions, que hace poco se cambió a Insurgentes 134). Es como entrar en una película de horror con un montón de arte fantasmagórico y una que otra frase que cala los huesos si en realidad es para ti. La arquitectura es la de una casa antigua del centro; las escaleras rechinan y los candiles son imponentes. Recuerdo algunas historias de juerga aquí y ninguna se olvida porque siempre sucedieron en distintas partes de la casa; en cada habitación hay un ambiente especial, se mira arte de todo tipo y se escucha música distinta; The Cure, The Smiths, Depeche Mode, por ejemplo. Cambias  de sitio y ahora se escucha VNV Nation o Clan of Xymox lanzados por un Dj con máscara de gas o algún atuendo cyberpunk. En esta habitación puedes ver a las personas bailar industrial o dark wave y aprenderles un par de pasos mecánicos. Hay terraza para fumar y sillones cómodos en lo que resta de la casa. Es un laberinto misterioso y en algún punto te miras nerviosamente atrapado entre sus grandes espejos de reverberación infinita.

Paranoid visionsA las 12 de la noche (la hora de las brujas), el salón principal se abre para dar paso al baile por el que este lugar se ha hecho famoso recientemente: el synth pop y los viejos recuerdos de la pista se apoderan del éxtasis de todas las personas. Conviene llegar a esta hora para afterear y sudar todo el alcohol si lo que se pretende es seguir la fiesta. Los tragos son moderadamente baratos y el cover empieza a las 7 en punto. Lo demás que pueda contarse sobre este emblemático sitio es, sin duda, la historia que uno se forme dentro.

En México los 80 nunca se fueron; el underground de nuestra ciudad yace en estos aires de tintes lúgubres, que suenan a sintetizador análogo y un poquito a decadencia seductora, de esa que se saborea precisamente en los bares nocturnos. Hay un punto curioso: los “nuevos 80” en la Ciudad de México son en realidad un híbrido que tuvo que cruzar los túneles del grunge y la psicodelia para llegar nuevamente a su origen. Hoy, tal vez, conviene decir que lugares como la UTA jamás morirán a pesar de las tendencias constantes.

UTA Bar

Donceles 56, Centro Histórico, DF

Cover: $50

 

Paranoid Visions (2a sede)

Insurgentes 134 Norte, Cuauhtémoc, DF

Twitter de la autora: @surrealindeath


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