Mi búsqueda está hecha manualmente. Estoy tocando teclados en tiempo real, sigo teniendo un gran gusto por los sonidos electrónicos analógicos, clásicos, alemanes. Sigo influenciado por la música de Brian Eno, Tangerine Dream, Neu, Klaus Schulze.
Capitán Pijama
De entre la marejada de artistas, hay algunos, que especialmente buscan alejarse de los reflectores. Como un acto antisistémico o por mero ingrediente de una personalidad auténtica, única y extrovertida, que suele caracterizar a muchos creadores, algunos artistas buscan llevar a la mesa de lo no comercial un trabajo listo para complacer primero al mismo creador, y luego a un posible público: si existe o no, eso es no es lo primordial.
En México uno de los personajes que cumple cabalmente con el andamiaje anterior es el Capitán Pijama, por demás intrigante y admirado por muchos; para algunos, quizá el primer precursor de la música electrónica en el país. Radicado en la ciudad de México, fue de los primeros individuos en hacerse de un sintetizador y comenzar a hacer experimentos con cajas de sonidos para entremezclarlos con tintes peculiares de rock progresivo.
(Foto: Museo del Chopo)
Al final de sus días Capitán Pijama, cuyo nombre real fue Jesús Bojalil, y fue también apodado “El Capi” por sus fans, se abocó a creaciones como solista, todas ellas muy experimentales; pero antes de ello, en su carrera pasó por corrientes tan disímiles como el techno, la psicodelia, el noise y la electrónica con algunas bandas que creó como Los Pijamas A Go-Go (1980), El Escuadrón del Ritmo (1982) y Groovy People And The Love Freaks (1989).
No solo se trató de una mezcla de ritmos y un eclecticismo de sonidos que casi llega a un tenor de arte sonoro. Capitán Pijama imprimió antes que nadie toda esa gama de “chuscqueces” chilangas a sus canciones, que curiosamente, en conjunto con otros sonidos de la vanguardia alemana, arrojaron algo inaudito. De esta forma la mezcla creada por El Capi es única y es considerada por muchos como piezas de arte, algo así como lo que logró Tino Contreras con su peculiar jazz sacro.
Para que te dibujes una idea sobre la música de Capitán Pijama, los títulos de algunos de sus álbumes te empujarán a darte una imagen: Intriga en Acapulco, La neta de la corneta, Nada por aquí, nada por allá, Mientras más gastas más ahorras, Matanga dijo la Changa, etcétera.
Hace poco Capitán Pijama murió en su departamento de Xochimilco, y desde entonces, aunque no hay mucho material en alta calidad de su cuantiosa música, los precursores de este personaje han ido saliendo a la luz, e incluso ese mes fue organizado un homenaje en el Museo del Chopo. Asomarte a su trabajo es una labor de cultura general y de apertura sobre tus conocimientos básicos de la historia de la electrónica en México.
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