Govinda Ram: alternativa al alcance de los (y no tan) vegetarianos

No necesitas sentir disgusto por la carne para poder disfrutar de las opciones que brinda el restaurante vegetariano Govinda Ram. Este espacio existe desde hace 10 años en el pueblo de Tepoztlán. En la zona centro del Distrito Federal, muy cerca de la estación de metro Salto del Agua, lleva apenas 4 meses (anteriormente, en la misma ubicación existía bajo otra administración el restaurante vegetariano Radha-Krishna).

El restaurante es administrado por los hermanos Gúzman; Laskman es uno de ellos, quien es el cocinero-maestro del lugar, pues se encarga de diseñar los menús y de enseñar a cocinar al personal del lugar. La intención de Govinda Ram no sólo es alimentar sino también nutrir de la mejor manera la mente, el cuerpo y el alma de sus comensales. Para ello, se encargan de cocinar todos sus alimentos con diversas especias (suelen prescindir de la cebolla y el ajo), tienen hornos para elaborar su propio pan y optan por cocinar con mantequilla clarificada.

El concepto es brindar comida vegetariana con una fusión hindú-mexicana. Su carta ofrece desayunos desde 45 pesos, ensaladas que fluctúan entre los 20 y los 45 pesos, la  krishnaburguer, que es una  croqueta de avena en pan integral con queso y verduras, tortas preparas todas con pan casero y con un precio estándar de 45 pesos, y bebidas frías que van desde un clásico frappé hasta batidos veganos con leche de alpiste. Si eres cafetero también puedes encontrar café, tés, tisanas e infusiones.

Y la mejor opción del lugar definitivamente es el menú que ofertan diariamente en tamaño chico y grande (50 y 70 pesos): incluye ensalada, sopa, un plato con dos guisados, un postre, pan casero y agua al gusto. El menú intenta ser una propuesta diferente cada día. Eso sí, tienes que saber que el menú es la única opción del lugar que corre el riesgo de acabarse antes de que el Govinda termine su jornada del día.

La atmósfera sonora del lugar está impregnada de música tradicional hindú. El espacio tiene un mobiliario austero pero limpio. Todo el personal comparte funciones; el servicio y la atención de todos ellos es muy afable. La cocina es abierta: los clientes pueden ver el movimiento que hay en ella y la preparación de los alimentos. En el restaurante hay otras posibilidades, como por ejemplo la compra de alimentos especiales para cocinar y tomar clases de cocina, las cuales se imparten durante 1 mes.

En serio: el lugar es una opción recomendable incluso para el más exigente de los carnívoros.

 

Govinda Ram

Buen Tono 21 (entre Arcos de Belén y Delicias), local 1, col. Centro


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