Hay días en que se siente el deseo más o menos irrefrenable de comer en casa, recuperar esa sensación de familiaridad que hasta cierto punto es un condimento único, un sabor que es distinto, no más ni menos, sino diferente, y que quizá por eso mismo a veces buscamos con insistencia.
Si este es tu caso y estás cerca de la Condesa (o no te importa trasladarte para satisfacer tu gusto), entonces tiene que ir a Romero y Juliana, una fonda en donde la comida tiene ese toque casero que puede ser tan difícil de conseguir. ¿Pero sólo eso? No, pues al sabor de hogar se suma el esmero de su chef, quien lleva algunas de las buenas cosas de la alta cocina a los platillos que prepara.
La comida consiste, casi siempre, en una sopa, un plato fuerte, postre y agua de frutas naturales (a veces en combinaciones exóticas y deliciosas). El platillo principal se sirve con arroz, ensalada o algún puré, con lo cual se cumple también la expectativa de una comida tradicional de fonda. El postre, es cierto, puede ser un poco decepcionante en comparación con el resto de la comida, pero si eres muy exigente con esto al lado de Romero y Juliana está una sucursal de las pastelerías Bo, en donde sin duda encontrarás ese manjar dulce que necesitas para cerrar una excelente comida. Asimismo, el lugar ofrece desayunos.
Si un día te sientes nostálgico por esos días en que llegabas a casa y comías una sopa caliente, un buen arroz y un guisado incomparable, es muy probable que en Romero y Juliana encuentres un poco de eso que estás buscando.
Romero y Juliana
Fernando Montes de Oca 114-D (entre Zamora y Pachuca), col. Condesa
Precio aproximado: $100 por persona
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