Abundan por la ciudad, no existe colonia que prescinda de ellas, y están caracterizadas por sus cocineras (generalmente contentas y platicadoras). Las fondas son muy populares, y así como pasa el tiempo, siguen siendo preferidas por las personas que deben o desean comer en la calle. En ocasiones, algunos fenómenos son tan comunes que olvidamos indagar de dónde vienen o pensar en su origen: un ejercicio, que de hecho puede ser muy enriquecedor para entender las tradiciones. Por eso hoy, ahondamos en el origen de las afables fondas.
Las fondas:
Según el libro de investigación “Los cafés en México en el siglo XIX”, antes de la mitad del siglo pasado, en México se le llamaban fondas a todos los sitios en la calle donde se ofrecía comida: desde restaurantes de alcurnia, hasta cafeterías e incluso puestos callejeros. Según la misma versión, en la segunda mitad del siglo XX, con la popularización de otros conceptos como bares o cafés (empleados sobre todo en Europa) esta fiebre llegó a México. Así, las fondas pasaron a ser los sitios de comida corrida de tipo económico.
Orígenes en el mundo
Se le llamaba fonda a un tipo de servicio griego de comida que incluía inicialmente alojamiento: de ahí pasó a la palabra árabe fendeq y luego a la marroquí fondac. Un espacio de tipo “hogareño” donde servía comida.
Características de las fondas en México
Son lugares sencillos, cuya cocinera usualmente suele ser una o varias mujeres. La comida es de tipo económico aunque sus platillos suelen ser elaboradas recetas de gastronomía mexicana.
Una de sus cualidades casi irrevocable es el hecho de que el servicio de comida se hace en tres tiempos: primero se ofrece una sopa aguada, en un segundo tiempo una seca (generalmente arroz), y el tercer tiempos se trata de un platillo completo.
Comida corrida vs comida rápida
Podría decirse que la comida corrida es una versión mucho más antigua y saludable que la comida rápida; sin embargo, su concepto es prácticamente el mismo. Se trata de un sitio donde las personas necesitan ser servidas con rapidez, pues es un sitio de paso. Es decir, uno no va a una fonda con la misa planeación con que se suele asistir.
El modelo oficinista de múltiples negocios ha hecho además que esta costumbre siga en auge: esto porque los oficinistas, también conocidos como Godínez, deben regresar pronto a sus puestos de trabajo. Como cotidianamente suelen comer en la calle, deben hacerlo rápido, sano y a un precio accesible. De esta manera las fondas son una opción excepcional para las personas que cumplen con un horario y deben comer en la calle.
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