Los salones para tomar el té están cobrando vida en nuestra capital con especial énfasis. La agitada vida urbana es probablemente su causa, y es de agradecerse, pues mientras el caos de nuestra ciudad relampaguea entre las lluvias de una primavera que parece verano, podemos optar por escondernos en un acogedor refugio que además de una deliciosa taza de té o de mixturas maravillosas de infusiones, nos ofrece una variedad de repostería finísima en charola de plata: Casa Tassel. El pequeño y lindísimo salón de té que adoptó su nombre del hotel Casa Tassel en Bruselas (considerado la primera evidencia arquitectónica de Art Nouveau en el mundo) lleva no menos de un año con vida en el núcleo de la colonia Roma, haciendo posibles los placeres aromáticos más deliciosos en cada tetera servida.
Casa Tassel busca ser al té lo que el modernismo a la arquitectura: Un complemento ideal para tomar el té en la ciudad, además de que funciona como refugio perfecto para sumergirte a las páginas de un libro. Si te gusta Caravanserai, muy probablemente te gustará este salón de té pues además de similar un poco su diseño interior (decoraciones elegantes, muebles estilo europeo, sillones, cojines y lamparas tenues), la carta de infusiones es tan grande y deliciosa que de sólo leerla te mueres por probar lo que sea. Entre los sabores predilectos que debes probar se encuentra el té negro con pétalos de rosa, el té verde con ginseng y jengibre, el té blanco con coco, el té con “polvos dorados” y el llamado “tiempos violentos”, una deliciosa mixtura fresca de té rojo con frambuesa, fresa y arándano.
Para acompañarlos hay ni más ni menos que boulangerie de Dominique, quizás la repostería francesa más deliciosa de la ciudad. Los orgasmos azucarados más deliciosos para mixear con nuestras infusiones o té son los macarons de lavanda y chocolate, las tartas francesas, el brownie de frutos rojos o el marinado con Sencha.
Casa Tassel también ofrece helados, deliciosos mantecados de té o infusiones. Entre los favoritos de la clientela está el té de Genmaicha (té de arroz integral), el Milky Oolong, el Creamy Earl Grey y el de té de rooibos con chocolate belga. Y si del desayuno o merienda se trata, el lugar prepara unos bocadillos maravillosos, como los finger sandwiches o el fatso especial (muffin inglés de huevos revueltos con queso manchego). El encanto de la hora del té es una delicia que nuestra ciudad está comenzando a popularizar, y más vale visitar ahora salones de té estrella como este, antes de que nos sea imposible encontrar mesa.
Dirección: Cordoba 110, esq. con Álvaro Obregón, colonia Roma, DF
Lunes a Sábado de 10 a 22 hrs.
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