Es interesante observar nuestra historia como colectividad desde un transporte público tan coloquial como lo es el taxi. En una ciudad tan poblada y visitada como lo es la nuestra, es de vital importancia contar con estos servicios de movilidad que nos permitan transitar rápidamente a uno o más destinos, teniendo siempre la certeza de que además de encontrarte seguro, llegarás al lugar deseado a tiempo.
Los taxis son un ejemplo de evolución de la conciencia colectiva urbana, pues ya desde los años de 1900 se contaba con su presencia como un medio para saltar los obstáculos que día a día se construían en la quimérica ciudad de México y su caos efervescente, así como un método alternativo para llegar a, o desde sitios retirados. Trasladarse en una ciudad como la nuestra —la segunda más visitada en Latinoamérica—, es bastante complejo incluso cuando se tiene auto propio; es tan grande y a su vez tan enigmática que difícilmente un mexicano conoce cada uno de sus rincones.
Las siguientes imágenes proporcionadas por La Ciudad de México a través del tiempo, nos muestran algunos de los fascinantes diseños que se destinaron a los taxis; primero de manera espontánea cuando surgió la idea como necesidad —como los carruajes o los “fotingos”, una especie de taxi colectivo—, y luego de manera oficial, con los famosos “cocodrilos” en los años 50; la aparición del primer diseño autorizado para un taxi en los 70, el Volkswagen Tipo 1, el elegante “coral” de los 80 y finalmente nuestros memorables “iron man”, de color vino y dorado.
Hoy en día este tipo de servicio se encuentra al alcance de un solo click en nuestro teléfono. Las diferentes apps que proporcionan servicios de taxi seguro a un precio razonable se han vuelto una alternativa idónea para nuestras necesidades, y ¿qué mejor si la ciudad se adapta a nuestra necesaria evolución tecnológica?
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