Tomando en cuenta la cantidad de gadgets que hoy en día existen para la búsqueda de información en la web, comenzar a abandonar las bibliotecas era cuestión de tiempo. Las bibliotecas están siendo amenazas por internet y el peligroso hábito de conocer —en cantidad y no en calidad—, la información que nos proporciona el mundo virtual y esto, aunque no parezca, está evaporando las posibilidades de reforzar nuestro hábito por la lectura.
Hay que recordar que, al igual que los discos en las record store, escoger y leer los libros en una biblioteca resulta una experiencia más satisfactoria pues se trata del placer hedonista de dar un paseo por los laberintos de anaqueles que huelen a misterio; el lector, en busca de quimeras metafísicas que alimenten el espíritu, surfea por cada uno de ellos hasta hallar una lectura especial, o mejor dicho hasta que ésta lo encuentra a él mismo.
Como parte de un genial proyecto que busca enaltecer los lugares más emblemáticos la ciudad de México así como los proyectos visuales que se están gestando en sus rincones, el colectivo Ciudad Intervenida nos muestra, paradójicamente vía internet, las mieles de una biblioteca (en este caso la Vasconcelos) a través de un increíble stop motion virtual en el que se plantean una pregunta fundamental: ¿Qué evoca una biblioteca en sus usuarios?
En la animación se pueden leer visualmente algunas metáforas sobre el origen de un todo a partir de un libro —un pensamiento y también un mundo—, que se muestra como un fascinante agujero que aparece en el centro de sus páginas. ¡Disfruta!
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