Aunque la celebración del día del padre tiene sus raíces en Estados Unidos, la figura paterna en México ha sido una postura muy importante desde épocas antiguas que quizás, de alguna manera metafórica, ha sido celebrada día con día, pues al menos en nuestra ciudad era el padre quien se encargaba de mantener hasta 8 hijos de una misma madre y por ello se le otorgaba un trato especial y sobre todo de mucho respeto. Es el padre mexicano quien educa a sus hijos de una manera rigurosa y algunas veces un tanto áspera que siempre termina agradeciéndose. La mano dura de un papá mexicano también posa sus principios en una sensibilidad, un tanto tierna, que nos trasmite cariño. Y aunque en realidad no exista un día oficial para ellos, al menos el tercer Domingo de cada Junio podemos recordar algunas locuciones paternas empapadas de sabiduría que nos dicen verdades a la cara, algunas muy disciplinarias, otras hasta un tanto hilarantes. A continuación algunas de ellas:
La soberbia
“Pórtate bien para que algún día seas como yo”
“¿Pues que te has creído, que sabes más que yo?”
“Yo a tú edad estudiaba, trabajaba y mantenía a una familia”
“Yo lo hago, pero pásame el desarmador; ahora dame ese tornillo, necesito luz, ve a comprarme…” “¿ven? les dije que yo podía.”
“No, si el tequila es el que me ha conservado joven”
—Mhh, 9… pudo ser mejor.—”
“¡Ese es mi hijo!”
Los sermones
“Aguántese como los machos”
“Nada más las niñas lloran”
“¿Crees que te mandas solo?”
“Cuando te ganes tu dinero te compras lo que quieras”
“Bueno, ¿tú qué piensas? ¿que el dinero crece de los árboles?”
“A ver, cabrón: sóplame”
“En mis tiempos les pegaban con una regla en las manos y a ver sino se aprendían las cosas.”
“Cuándo tengas tú casa harás lo que tú quieras pero por ahora estás es la mía.”
“¿Crees que eres de hule o qué?”
“Vas a comer chamarra y bolso, seguramente”
“Tienes que ser bien hombre para tus cosas”
“Ya deja esa chingadera, te vas a quedar ciego”
“¿Y se puede vivir de eso que vas a estudiar?”
“¿Pero ya te vas a portar bien?”
La inmortal: La madre
“¿Y qué dijo tu mamá?”
“¿No te dijo tu mamá que te trajeras suéter?”
“¿Dónde guardó tu madre mis herramientas?” “¡Yo las deje ahí!”
“Pregúntale a tu mamá, a ver qué dice ella”
“Bueno, pero no le digas a tu mamá que te di permiso.”
“No le digas a tu mamá cuánto costó”
“Pregúntale a ella primero, sino luego yo quedo como el malo”
“Llámale a tu mamá y preguntarle qué me pidió que comprara”
“Tu mamá tiene la culpa, yo se lo dije.”
“Tu mamá está loca, no le hagas caso.”
Lo más preciado: El auto
“No estoy perdido, estoy buscando un atajo”
“Mueve el espejo un poquito… No, más para acá… No, más para allá… a ver quítate.”
“Te lo presto si lo lavas.”
“¡A tu edad yo andaba a pie!”
“Pero me lo traes con gasolina”
“Que ni se te ocurra ensuciar el auto”
“No sé yo, preguntarle a tu mamá dónde lo dejó”
Los celos
“¿A dónde crees que vas con ese vestido tan corto?”
“Quién es ese vandalo”
“Quién es ese amigo? ¿Cómo se llama? ¿Dónde estudia? ¿Qué estudia? ¿Qué edad tiene? ¿Dónde vive? ¿Cómo lo conociste?”
“¿Y ese muchachito, qué anuncia?”
“No quiero a ningún amiguita tuyo en la casa”
“¿Y quién es ese maricón que trajiste a la casa?”
”Los hombres no perseguimos a las chicas para ser sus amigos”
“Claro q puedes salir hija, solo déjame implantarte este rastreador gps con sensor de temperatura y el cinturón de castidad”
“Ve a cambiarte ese short, así no sales”
Clarividencia
—¿Papá?—
“—¿Cuánto cuesta y por qué tan caro?—”
—¿Papá?—
“—No.—”
“Cuando tú vas yo ya fui y vine dos veces”
“Cuando seas papá lo vas a entender.”
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