Las grandes casonas del siglo pasado son deliciosas. Encontrarlas abiertas para un público es por demás afortunado y cuando son el hogar de un restaurante es una de las mejores maneras de disfrutarlas.
En el corazón de la Roma, en la Avenida Álvaro Obregón, se encuentra uno de estos ejemplos, una casona del siglo pasado adecuada con tintes modernos, con algo vintage de los viejos salones de baile. Su piso a cuadros negros con blanco le da un toque único; este tipo de pisos eran usados desde la épica de los Egipcios, es un antiguo símbolo del orden y es ligado por muchos con las logias masónicas. Sin adentrar en lo anterior, en este lugar adornado además con unas rústicas escaleras y una terraza que guarda una de las mejores vistas de la Roma, se encuentra el Romita Comedor, un lugar conocido por su coctelería y la adecuación gourmet de platillos mexicanos de mar.
Aquí la música del sitio es rockabilly y además del ambiente se cumple muy bien con su vocación como bar y restaurante (a precios razonables, por cierto). Su carta de alimentos incluye adecuaciones gourmet de platillos de mar mexicanos: su salpicón de cangrejo es muy recomendado, su atún a la mexicana y su pescado al ajillo.
De sus cocteles más conocidos están el El Rosa sangría con vino blanco en pétalos de rosa con manzana verde, cuadritos de melón, coco rayado, nuez y agua mineral, también el Zacapa, un coctel preparado con Zacapa 15, cardamomo, pepino, limón y manzana.
Es uno de los sitios de moda por lo que recomendamos que hagas una reservación. Lo cierto es que sus mesas son pocas pero esto mismo hace que el lugar se sienta relajado y con una mezcla entre sensación de bar y restaurante un mix no muy fácil de lograr. Ideal para hacer una reunión de amigos y convivir con la suficiente capacidad acústica de tener una conversación pero también de paso sentir la calidez de un ambiente “barsesco”.
Ubicación:
Álvaro Obregón 49. Col. Roma
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