La marcha que debió ser desfile.

Existe un curioso desconecte entre el pueblo Mexicano y la República. Los mexicanos, somos un grupo de personas compartiendo un mismo espacio definido por fronteras, al que llamamos “Mexico.” Del cual se desprenden increíbles características de una cultura colorida, rica, y sobre todo, exportable. Sin embargo, esa otra entidad – la “República”- que supuestamente nos rige a los mexicanos, no está dentro de la cultura contemporánea de nuestro “México.” Permítanme poner un ejemplo actual:

Hoy es la marcha LGBT en la Ciudad de México. El pasado miércoles recibí un comunicado invitando al público a participar en esta marcha, y a exigir “derechos de igualdad de matrimonio para todas las parejas gay en el país.” La causa, aunque absolutamente noble en teoría, era estúpida en practica, pues el matrimonio entre parejas del mismo sexo fue aprobado a nivel federal el lunes de ésta misma semana – o sea, dos días antes del comunicado. “Ya ganaron, ábranse una chela,” les contesté en el email.

Y es que debería ser una causa de gran orgullo celebrar a los legisladores en nuestro país que llegaron a esta decisión por puro sentido común, sin tener la necesidad de ser influenciados por una campaña multi nacional y millonaria, como la que ayudo a EUA a obtener esa misma victoria después de muchos años de esfuerzo ayer viernes. Pero este desligue entre la “República” y “México,” no nos permitió enterarnos de la hazaña – y aún peor, nos quitó el gran gusto de poder voltear a ver a los vecinos del norte en su triunfal momento y decir: “les ganamos.” Todo, porque nadie pone atención. Que oso.

Yo no digo que la “República” no nos haya desilusionado mas de una vez, y que esta ruptura de la relación país/ciudadano no sea en gran parte su culpa. Ni tampoco que debemos tomar una actitud de pareja golpeada y regresar a poner la otra mejilla cada vez que nos parten la madre. Sin embargo, estamos pisando territorio peligroso, porque contrariar o hasta odiar significa estar activo, que seguimos luchando por algo, que hay interés. Pero, la desigualdad, es una señal de absoluta derrota.

Happy Pride!


Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *