La ciudad de México reclama su origen acuoso innato, y como si tuviera conciencia propia inunda sus calles que hace siglos eran hermosos parajes lacustres cada vez que las tormentas así lo deciden. Es lamentable que, en una ciudad tan hermosa como la nuestra, las lluvias sean efecto de desastres urbanos y sobre todo de indiferencia colectiva, pues más allá de ser la “naturaleza” de una zona geográfica tropical, resulta una disyuntiva poco amable por parte de sus ciudadanos desaprovecharla.
En la ciudad de México, el 70% del agua viene del acuífero del valle de México, mismo que cada 10 años ha logrado hundir 1 metro nuestra ciudad. El 30% del agua restante proviene desde Lerma-Cutzamala y, paradójicamente, cada temporada de lluvias más de mil millones de m3 caen al drenaje; esto es, más del 90% del agua que cae en México es desperdiciada.
Algunos proyectos loables han surgido con respecto al tema, ejemplo de ello es Isla Urbana, un colectivo que busca instalar contenedores, sobre todo en zonas marginadas de la ciudad de México, que podrían albergar agua hasta por 6 meses en cada hogar.
Recientemente la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) con cede en Iztapalapa realizó una brillante propuesta a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en donde se pidió el apoyo para la fabricación de bebederos que filtren el agua de las lluvias, específicamente en escuelas de estudios básicos que cuentan con problemas de escasez. La Universidad ya se encuentra en investigaciones para colocar un bebedero con 12 filtros en 10 planteles y pretenden extenderlo a más escuelas de la ciudad.
La cosecha de lluvia no es una idea nueva pero definitivamente es un método que no estamos acostumbrados a realizar, además de que requiere de filtros especiales para poder limpiarla. El Gobierno del DF estará evaluando planteles educativos nivel básico dentro de las delegaciones Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta, Tlalpan, Cuauhtémoc e Iztapalapa para determinar qué escuelas serán beneficiadas con dichos bebederos.
Un curso a futuro en el que podamos aprender a detalle sobre cómo poder realizar este tipo de bebederos no nos vendría mal en la ciudad.
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