Los bares, antros y bistro de nuestra ciudad, están retomando la fascinante idea de los sitios clandestinos llamados speakeasy. Mucho se ha dicho ya sobre este viejo/nuevo concepto, pero si no estás familiarizado, se trata de los bares que vendían de forma ilegal bebidas alcohólicas en la legendaria época de la “Prohibición” en Canada y Estados Unidos, un periodo de ley seca que parecía eterna, ya que duró de 1920 a 1932. Lo oculto siempre ha tenido una fama similar a lo prohibido, pero no siempre resulta de ello algo negativo; recordemos a los alquimistas, los primeros “brujos” en sintetizar aleaciones minerales para descubrir cómo se originó la vida y el universo; todo de forma secreta.
Lo que hace mucho fue llamado speakeasy o lugares clandestinos, hoy son los lugares más sofisticados para beber un buen drink de la mejor mixología de la ciudad en el sitio oculto menos inesperado, por lo que claro está que, así como la alquimia, no es para todos. Los speakeasy han ido diseñando sus estratagemas para esconder bien sus establecimientos, por lo que es muy difícil que se pueda acceder a ellos. Algunos de ellos son por lista de invitados (lista con fotografía), otros utilizan contraseñas que van cambiando en cada uno de sus eventos y otros más, se tiene que descubrir en dónde están, encontrar su número telefónico y hacer reservación.
En la Ciudad de México ya existían algunos bares con este concepto, como la hermosa Maison Artemisia, el hogar del destilado de ajenjo; Arctic Bar, el antro helado detrás de un gran refrigerador e incluso el famoso y a la vez esotérico M.N. Roy que se maneja por lista. Hoy, se han agregado algunas opciones más a la oferta de speakeasies, que luce como lo más vanguardista de la vida nocturna en la capital. Anímate a encontrarlos y descubre lo que cada uno aguarda en sus alucinantes escondites:
Jules Basement
El elegantísimo restaurante Jules de Polanco esconde detrás de una gran puerta de refrigerador un basement de diseño mexicano (Emmanuel Picault de Chic by Accident) que funciona como mixology bar, de esos que tanto abundan en la ciudad pero no con el toque misterioso que le da una geometría iluminada como al Jules. En este bar “clandestino” se sirven shots de diseño especial, mezcal muy bueno y un martini de la casa único. El lugar en sí funciona como un spot de reunión secreto para una charla suave sobre el escenario de música jazz. Es necesario reservar antes de llegar.
Parker & Lenox
Es un bistro donde se sirve café y comida americana sencilla pero deliciosa. Su bar clandestino o speakeasy se encuentra en un rincón del restaurante, luego de pasar una discreta puerta, similar a la de un sótano. Una bodega es lo que encuentras detrás de esa puerta, pero no cualquier bodega, se trata de un hermoso lugar iluminado y adecuado como un elegante bar de los años veinte: sillas, sillones, muebles y lamparas, todo es sofisticado y a la vez con aire bohemio que de primera impresión pareciera que en ese lugar se están gestando las mejores mentes de una generación de literatos o ilustres. En este lugar -y bastante ad hoc-, se escucha en su mayoría jazz y música instrumental suave que permite la creación de una buena charla junto a su carta de drinks exóticos. Pide reservación o llega temprano a comer en su restaurante.
Lewinsky
Lewinsky es uno de esos escasos bares del rumbo de San Ángel que afortunadamente aguardan una buena relación en cuanto a calidad y precio refiere. En este escondite, situado detrás de un estante de libros, se puede escuchar en su mayoría hip hop y se retoma la tradición de beber tragos a base de gin; los hay de todo tipo: con lícores, jarabe, soda, con jugos frutales y también en martini y en tragos de gin tonic. Hay promociones al 2×1 en botellas algunos fines de semana y siempre encontrarás un evento con Dj en vivo. Sus luces rojizas son un gran detalle, pues efectivamente da la impresión de estar escondido en, tal vez, una bodega clandestina. Como en la mayoría de speakeasies, no entra cualquiera, primero debes pedir reservación por teléfono (número que por cierto no contestan a la primera, hay que intentar más veces) o en su defecto por DM en Facebook.
Poe
Es uno de los nuevos bares que le están dando vida a la antiguamente olvidada Plaza de Villa Madrid, o fuente Cibeles en la Roma, que recientemente obtuvo su remodelación y hoy está rodeada de lindos restaurantes y bares para pasarla bien. El concepto de este lugar es, al igual que los anteriores, el de intentar ingeniárselas para conseguir el número de reservación. El lugar no es nada conocido, de hecho, está inmerso en la parte de arriba de un restaurante en la avenida Oaxaca. Sus tintes un tanto góticos y misteriosos resaltan en sus muros algunas frases de The Raven de Edgar Alla Poe, concapto un tanto lobrego y a la vez fascinante que lo dota de exquisito aire bohemio para disfrutar de su mixología.
Recuerda que, lo más interesante de estos esotéricos lugares, son las formas en las que consigues saber de su ubicación y lograr entrar.
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