Es la Ciudad de México la que todos conocemos, y la que nadie descubre, son los lugares comunes revisitados con una voz peculiar. ¿Quién no queda cautivado por esta ciudad? Para algunos hasta resulta la vorágine de la cual es imposible huir.
Lo cierto es que en la novela Los detectives salvajes, Roberto Bolaño sugiere variados escenarios donde transitaron los realvisceralistas. La ruta está bajo el manto de la ficción, todos los lugares son otros, de otro tiempo y con otro nombre, aún así generan una idea de lo que es la inmensa entropía urbana de nuestra capital.
Si pudiéramos imaginar que García Madero, personaje principal y narrador, en un solo día toca base en los diversos lugares que se mencionan en la novela, se estipularía lo siguiente:
Comenzaríamos por la UNAM, donde el protagonista estudia derecho y en el cual lanza la premisa de ser parte de los realvisceralistas, o ya “en serio”, los infrarrealistas, por el taller de poesía al cual se inscribe en la facultad de Filos.
La librería del Sótano de la Juárez, puede ser una pseudoparada, ya que en una de sus idas a la facultad decide bajarse del pesero, comprarse una novela de Pierre Louys y continuar con su camino.
De aquí transitaría por Bucareli donde se encuentra el Café La Habana, que bien podría ser “La encrucijada veracruzana” o el “Café Quito”; aunque el segundo más bien sugiere ser un café chino de los cuales ya no quedan por la zona.
El Café La Habana es una cafetería restorán de 1954, en el cual puedes pedir un café con leche, igualito al que piden los personajes del libro; tienen comida corrida, a la carta, venta de alcohol, etc. No es la primera vez en la que este lugar funge como imán para los escritores, artistas, intelectuales or so… El espacio, la historia y su posición a las afueras del centro pero dentro, cautiva a quienes buscan un espacio para la conversación.
Saliendo de La Habana, caminando por Bucareli hacia la avenida Atenas llegas a la glorieta del Reloj Chino. Un monumento singular el cual, supuestamente, fue el obsequio del último emperador chino.
Después hay de dos, o continúas caminando por Bucareli hasta llegar a la Alameda, y en algún punto te compras una torta de jamón para sentarte a leer y a comer, muy a la detectivesalvaje, para entonces proseguir hasta Bellas Artes y quedarte deslumbrado y pensativo…
O de Bucareli te vas a Chapultepec, caminas casi toda la avenida hasta llegar a la Roma. Si ingresas por Frontera en solo unas cuantas cuadras más llegas hasta Colima. Esta calle hoy tan popular es la mismísima de la casa de las hermanas Font. Personajes de la novela que se erigen como una mancuerna mítica.
Al recorrer casi toda la avenida es posible llegar hasta el Parque México, pero debes salirte en Veracruz, cruzar el Parque España, tomar la avenida Laredo hasta llegar.
Finalmente, y porque puede ser que no seas un caminante tan visceral como los detectives, tomas la avenida México, que se convierte en Citlaltépetl y luego en Atlata para llegar a Alfonso Reyes, caminar hasta Tamaulipas, tomar Tamaulipas hasta la altura de Benjamín Hill y… has llegado a la Capilla Alfonsina. Un lugar icónico el cual contiene la Biblioteca de Reyes, en donde se realizan eventos como presentaciones de libro, y también, donde hace no mucho se celebró el aniversario del mismísimo Bolaño.
Si te interesa una versión más interactiva, turística y visual, te dejamos un infográfico en este link.
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