Desde los años setentas hay un espacio en la ciudad con historia para los homosexuales. Envuelto entre la leyenda y el tabú, el último vagón de la totalidad de las líneas del metro ha sido un espectador de incontables historias de ligue.
Ahí no hay clases sociales ni edades; miles de hombres han pasado por ahí en búsqueda de experiencias eróticas; muchos persiguiendo una identidad siempre en construcción. En un México envuelto en tabúes, en parte como resultado de una sociedad machista (cada vez menos) y de una tradición católica que condenó a la homosexualidad durante siglos, la comunidad lésbico gay ha ido poco a poco abriéndose espacio (aunque en materia de leyes pro libertad sexual la CDMX ha sido de las más vanguardistas del mundo).
Aún así existen numerosos homosexuales “de closet”. El último vagón del metro se presta para que los encuentros sean muy asequibles, decenas de hombres, todo el día, todos los días, visitan este espacio en búsqueda, la mayoría de las veces, de encuentros efímeros. Es como un escape, un lugar emocionante; la adrenalina de lo fortuito.
Eriko Stark, un fotógrafo mexicano cuyo sobrenombre es ese, ha hecho un proyecto fotográfico que ha ido tomando popularidad. Quizá porque pone por primera vez el tema, sin tapujos, como un vestigio: la convivencia gay en el último vagón del metro; un anterior secreto a voces de décadas.
Su proyecto se llama El 8º pasajero: un catálogo de la sexualidad clandestina Gay. Lo más interesante de sus imágenes es que no necesariamente muestran una escena explícita de sexo, como muchos podrían esperar; son más bien rostros, de hombres que podrían ser cualquiera: un padre, un hermano, un amigo… es la humanización la sexualidad homosexual que habita tantos tipos hombres, tan cercanos como cualquier miembro de nuestras familias.
Lo que a Stark más le importa es atrapar esos rostros que podrían ser de cualquiera, y sus historias que todos imaginamos, cada uno de manera distinta, sobre ellos. Quizá sea casi imposible no fantasear un poco de la historia de los desconocidos que contemplamos en las fotografías…
Puedes ver más de sus fotos aquí.
Twitter de la autora: @anapauladelatd
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