“Mi trabajo es traer de regreso el sentido de asombro y deleite de la forma más directa posible. De esa forma, el observador contemplativo puede resonar con él y reforzar una experiencia previa que tiene mucho significado”- Alex Grey.
Tal vez el nombre de Alex Grey te suene por algunas expresiones artísticas relacionadas con la música, pues es el artista detrás de algunas portadas de discos de bandas como Tool, Beastie Boys y Nirvana. Y es que su obra se caracteriza por los colores llamativos y psicodélicos que retratan, como si fuesen Rayos X, la anatomía del cuerpo del hombre y la mujer.
Alex Grey es originario de Colombus, Ohio. Hizo sus estudios en el Colombus College of Art and Design, donde conoció a su esposa Allyson Rymland. A raíz de su noviazgo, Grey pasó de ser un agnóstico existencialista a un trascendentalista radical. Y fue gracias a esta nueva ideología que en su trabajo se vio plasmada la divinidad del cuerpo humano.
La pintura psicodélica tiene posiblemente en Alex Grey a su máximo exponente, cumpliendo aquel principio sagrado del arte de ofrecer visiones y conectar al ser humano con el mundo invisible. El arte de este explorador metafísico y pintor neoyorkino borra el borde entro lo estético y lo espiritual (la belleza es reflejo del alma, decía Platón y un signo de inteligencia, según Andy Warhol) haciendo una geografía de la energía por la que oscila de igual manera entre lo místico y lo médico, la psiconaútica y la sanación. Es también, como ejemplifica su “Chapel of Sacred Mirrors“, un arte-objeto espejo, un aparato de biofeedback trandimensional, en el que el sujeto que percibe puede operar sobre su propio biocampo a través de la experiencia artística.
Alex forma parte de la tradición del arte visionario de pintores como El Bosco, Peter Bruegel, William Blake, Dali, Pavel Tchelitchew, Roberto Venosa y escritores y místicos occidentales como Swedenborg, Erkhart, Boheme, San Juan de la Cruz, Aleister Crowley, Teilhard de Chardin, etc.
Es notable que Alex Grey es especialmente popular con las personas que han tenido experiencias psicodélicas o visiones del cuerpo energético, porque estas personas reconocen en las pinturas lo que han visto y forman una relación de complicidad (y fidelidad resonante) con el arte de Grey. El susurro risueño psicodélico de: “Tu también viste eso”.
Inconfundible para el psiconauta son las redes, los filamentos luminosos, la filigrana, las auras, las espirales, los axis mundi (o ADN), los túneles y vórtices (chakras y sefirotes) siempre interconectándose, fractalizándose en una kaleidoscópica pantalla holográfica.
Alex Grey no pretende solamente pintar los adentros de nuestra anatomía, también busca compartir con su obra que toda persona que se encuentra en esta Tierra debe alcanzar un equilibrio entre su cuerpo, mente y espíritu, para así poder llegar a una perfecta contemplación que dé como resultado la trascendencia.
Y este 6 y 7 de noviembre, tendremos en nuestro país de nuevo al artista. Es probable que esta sea la última visita de Grey en tierras aztecas, por lo que se tratará de un evento inigualable que combine la música y el arte de una manera excepcional, que fusiona las energías psíquicas y espirituales de los asistentes.
El primer día, se organizará una fiesta con pintura en vivo, exposición y efectos visuales. La música correrá a cargo de Johnathan Singer, quien con su estilo hará fusionar el arte de Alex Grey con sonidos experimentales que hagan de su obra una mucho más vívida.
Al siguiente día, Grey ofrecerá una conferencia íntima, en la que hablará de temas como su inspiración, su preparación, sus conocimientos y su noción del arte.
Aunque faltan varias semanas para el evento, los boletos se han vendido con bastante rapidez. Así que si deseas asistir a la fiesta o a la conferencia, ingresa aquí para adquirir tus boletos antes de que se agoten.
Lugar: Teatro Angela Peralta, Emilio Castelár y Aristóteles. Cil. Polanco
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