Desde que apareció la imprenta, el editor, la producción en serie y el mercado editorial, la literatura quedó en manos de artistas pero también de charlatanes, de genios y de avaros, de seres que no sienten el arte y de románticos, de hombres y de mujeres que se han pronunciado frente al establishment literario, y de quienes también lo han fortalecido. Todo está revuelto.
Novelistik florece como una utopía para todo aquel lector y escritor que busca opciones más democráticas para publicar y leer un texto; una posibilidad, así como encontrarse con otros autores y sus creaciones, sin estar contaminadas por la estética, línea y agenda económica de una editorial.
Pero, ¿qué pasa con la veta literaria? ¿Julián Herbert? ¿Mario Bellatin? ¿Juan Villoro? ¿Valeria Luiselli? ¿Ana Clavel? Solo por mencionar algunos escritores mexicanos, ¿estarían dispuestos a publicarse por este medio? De ser así, son figuras que podrían otorgarle más credibilidad a la plataforma y “empoderarla”.
En sus redes sociales, facebook y twitter, publican contenido muy creativo, con buenos chistes y gestos literarios. A ratos nos recuerda las campañas de Ghandi, aunque en este caso también desarrollan videos, memes y otros gráficos elogiando sin un dejo de humor a los clásicos y a los autores.
Aquí el único pero es: que no les pase lo que a las editoriales de ahora. Las editoriales reconocidas, -claro está no todas-, recaen en enfrascarse con los mismos autores, hacen de sus publicaciones un esfuerzo económico, y cumplen con favores para con otros del mismo círculo. Está el beneficio de la duda, será que como en cualquier acto romántico el libro también está siendo devorado por el mercado, o sustituido por otros; no tienen capital y deben funcionar con poco porque no les queda de otra.
Con una plataforma como Novelistik no se realiza un gasto en el objeto, y se le puede invertir tiempo y esfuerzo que inmediatamente se materializa (digitalmente). Una creación que lleva al lector a invertir su tiempo y esfuerzo a escoger libremente entre leer una novela, un ensayo, crónica, poemas y más textos.
Por el momento es una plataforma en la que predomina un público medianamente literario, altamente educado y totalmente empático con el medio digital.
Dividen su acervo con las siguientes categorías: Lo más leído, Agregados recientemente, Clásicos (Oscar Wilde, Jane Austen, Franz Kafka, etc.), Novela corta erótica, Para soñar, Para mujeres honestas, Para vivir en un cuento, Para leer con candelabro, Para leer en voz alta. No hay ningún tipo de candado para leer, ni siquiera te piden tener una cuenta. Hay textos que llegan a las 11 mil lecturas, con más de 52 reseñas creadas por los mismos lectores.
¿Y cómo se publica un texto en Novelistik? Debes crear tu cuenta, con el perfil de Facebook es más inmediato, y después subir tu escrito con unos cuantos clicks. Las etiquetas que aparecen van desde “autobiografía”, “ensayo”, “poesía”, “libro de texto” y 29 más. *Nota: estas te aparecerán en el idioma en el cual tengas tu teclado.*
Cuando una novela ingresa al sistema, se puede contabilizar la cantidad de lecturas, la página en la cual los lectores la abandonaron y la posibilidad de compartirla en redes sociales. Estos son datos duros para todo aquel autor que desee convertir su libro en objeto, ya que con estas estadísticas se le puede demostrar a alguna editorial que está teniendo éxito.
Una utopía, tal cual. Ahora falta que autores publicados, líderes literarios y autoridades en el mundo editorial se interesen en el proyecto, sin intervenir con candados políticos y económicos, seres dispuestos a reconocer el movimiento que se está generando por medio de los usuarios. Entonces y quizás, se llegue a una democracia editorial y así que otros textos particulares encuentren un camino menos escabroso a la luz pública.
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