¿Ya descubriste todas las posibilidades que hay en la nueva Alameda Central?

Como seguramente ya lo has notado, la ciudad se disfruta mejor de la mano de sus espacios públicos y áreas verdes. Al menos en nuestra capital, estos sitios sí se aprovechan, ya sea a través de festivales, proyecciones, videoinstalaciones, conciertos y un ciento más de actividades lúdicas que no sólo entretienen, también enseñan.

Nuestra urbe, con todo y su mística de concreto, ha estado expandiéndose, y no sólo a través de apabullares edificios, sino con el rescate de lotes baldíos, casas antiguas e históricamente muy valiosas y por supuesto jardines y parques.  Intervenir en nuestros espacios públicos es recuperarlos. Y no porque literalmente los hayamos perdido alguna vez, sino que muchos de estos lugares son ignorados. En ocasiones se olvida su sentido primordial en la ciudad que es el de acercar a las personas y volverlas parte de una comunidad, una que sea física y no simplemente metafórica. 

Nuestra hermosa Alameda Central es uno de los mejores ejemplos de rescate de espacios en la capital. Pocos lo saben, pero la Alameda es el parque más antiguo de la ciudad. Se le llamó así debido a que en su realización se sembraron cientos de álamos, entre otras especies como fresnos y sauces. A lo largo de su historia de vida, ha tenido muchas reencarnaciones que la han transformado acorde a las exigencias de una urbe que siempre intenta la vanguardia. 

La Alameda Central nació en 1590, y fue planeada por el virrey Luis Velasco. Desde entonces ha sufrido 4 siglos de remodelaciones, la más reciente nos regaló un ciento de posibilidades para disfrutar cualquier día de la semana.

¿Qué puedes hacer dentro de ella y a sus alrededores?

Con la colocación de nuevos espacios para caminar, esculturas y fuentes pinceladas con luces y una mejor iluminación, la Alameda develó muchos lugares que se hallaban a su alrededor algo difusos, pero increíblemente valiosos, así como una serie de actividades que hoy utilizan al Hemiciclo a Juárez y al kiosco para llevarlas acabo. 

/Para caminar:

Dicen que la misma emperatriz Carlota gustaba de pasear a caballo sobre esta parque (y es que increíble la cantidad de detalles que se pueden percibir tan solo paseando por cada uno de sus senderos).

Es preciso tomar en cuenta que la Alameda es una de día y otra de noche. Recorrerla de día es una excelente elección para caminar y pensar, para tomar fotografías y para disfrutar de la frescura de sus fuentes. De noche las cosas son distintas, puedes por ejemplo, admirar las nuevas esculturas que se encuentran en sus pasillos; Las Danaides, Neptuno, las Ninfas, forman un poético museo al aire libre. También puedes apreciar las que se encuentran en las fuentes, que además ahora poseen un sistema de luces LED. Una de las más elegantes es la fuente con la escultura de Mercurio, localizada al poniente del parque. A la fuente se le añadieron chorros centelleantes parabólicos, un juego de luces que se desbordan de los pies del dios mitológico. También encuentras la fuente de La Primavera en el centro de la Alameda, la más grande de todas.

Hoy la calle de Dr. Mora es un sitio ideal para pasear y para disfrutar de las nuevas jacarandas. Sobre este sendero hay una increíble replica del mural de Diego Rivera, Sueño de una tarde dominical en la Alameda. En el puedes encontrar todo el folclore de las tradiciones mexicanas, así como emblemáticos personajes de la historia de nuestro país. Detenerte a observar este mural es un viaje sorpresivo, cada detalle de la pieza nos cuenta una historia (o nos invita a imaginarla). Finalmente puedes su enigmático kiosco, cuya arquitectura data al siglo XIX.

En la Alameda se realizaron varios festejos con motivo de los 100 años de Independencia. Fue entonces que se inauguró el monumento más apabullante de la zona: el Hemiciclo en honor a uno de los mejores presidentes que ha tenido México: Benito Juárez. En este gran monolito encuentras constantemente proyecciones que organiza el GDF, aunque nunca sobra la exquisita oportunidad de encontrarlo solitario y tomarse algunas fotos. 

/¿Qué hacer?

Los alrededores de la Alameda Central se han convertido en los nuevos spots de la ciudad donde de repente tienes que estar. Sobre Dr. Mora encuentras, por ejemplo, el increíble proyecto del Barrio Alameda, un edificio estilo Art Decó que fue rescatado del olvido y transformado en un espacio para la, gastronomía, la cultura y la vivienda. En cuanto a la gastronomía, te recomendamos visitar Cancino Alameda y Butcher & Sons, pizzas a la leña y hamburguesas gourmet respectivamente. Estos son los sitios que tienen la mejor vista al parque. En el mismo nuevo “Barrio” encuentras el café Joselu, helados orgánicos de Glace, chocolatería gourmet de Art Cakau y Domi, tienda de arte.

Sobre esta misma calle existen, desde hace muchos años, un par de lugares históricos que por su poca publicidad no son tan valorados (aunque muchos chilangos que gustan de turistear su ciudad ya los conocen). Uno de ellos es la cafetería Trevi, un pequeño local vintage que te transporta a la Ciudad de México en 1950. También están las Tortas Robles; el sabor y el histórico que rodean a este negocio es inigualable. Son las mejores tortas que encuentras en el Centro y además puedes disfrutar de su mural museístico que exhibe fotografías tomadas por periodistas mexicanos de antaño que solían comer ahí.

En el Centro Histórico, especialmente en la zona del parque Alameda nunca terminarás de encontrar pequeños detalles simbólicos, que de alguna manera transforman a este espacio en un relato que nos invita a reflexionar, pero también a dejar una historia propia. Con este texto te invitamos a formar parte de tu ciudad activamente, contemplando y viviendo sus emblemáticos espacios públicos.