Si pensamos en un balneario, nuestra mente asocia este término con parques acuáticos, albercas gigantes donde cientos de personas se meten a jugar. Pero lo cierto es, que la palabra hace referencia a un lugar dedicado especialmente a la relajación y a la curación, a través del uso del agua.
Los balnearios son un espacio creado para el cuidado de la belleza. Contrario a lo que muchos creen, su objetivo principal no es el entretenimiento ni la diversión, es verdaderamente la recuperación de la salud mediante la acción que puede tener el agua el nuestros organismos.
El agua es vida, y nuestros ancestros lo sabían muy bien. Hace más de 1300 años antes de Cristo, algunas de las culturas más representativas como los Olmecas, los Mayas, los Toltecas y otros pueblos, tenían presente los balnearios en la historia de sus tradiciones.
Por un lado, éstos funcionaban como lugares ideales para llevar a cabo actividades religiosas. Por el otro, servían también para la convivencia comunitaria.
Sin embargo, alrededor de la época de los 70, comenzó un especial interés por parte del gobierno federal en hacer turismo con esta actividad. El desarrollo de esta propuesta se fortaleció y fue entonces como la asistencia a los balnearios se volvió en una de las costumbres más concurridas de las familias mexicanas.
El agua aún se encuentra presente en estos “balnearios”, pero su sentido se ha olvidado casi por completo. Ya no se trata de un auténtico balneario, sino de un parque acuático cuyo único interés es lucrar.
El sentido prehispánico era una combinación del elemento espiritual y el de convivencia. Podemos presumir que el segundo no se ha perdido, pues en su mayoría son familias las que asisten a estos lugares para pasar un buen rato al lado de sus seres queridos. No obstante, se ha dejado a un lado su principal función: la curativa.
Así que la próxima vez que visites un balneario, ten en mente su original cometido. Piensa en lo que el agua está haciendo por ti durante el rato que la utilizas, y siéntete agradecido por el momento de frescura que la naturaleza te brinda.
Estos son los balnearios más cercanos a CDMX:
Ixtapan de la Sal:
Plaza de San Gaspar s/n, Ixtapan de la Sal, Estado de México. Tel: 5254 0500.
Temixco:
A 10 minutos de Cuernavaca en Temixco, Morelos. Tel: (777) 325 0355.
Las Estacas:
Carretera Yautepec-Jojutla, km 17, Tlaltizapan, Morelos. Tel: 5563 2428.
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