Roberto nos recibe en su oficina en una tarde lluviosa y nos sentamos entre discos a charlar, nos cuenta que colecciona discos de vinil desde los 10 años de edad, empezó con los discos de 45 revoluciones y después saltó a los LP’s. Los Box Stops, Creedence, The Crazy World of Arthur Brown y The Beatles, fueron los pioneros de su colección.
Siempre tenemos una influencia musical, le aseguro. ¿Cuál es la tuya? Mi madre, responde con una sonrisa tímida, de ella colecciono discos de fonógrafo, recuerdo cuando tenía yo aproximadamente 4 años y me ponía el disco de los Teen Tops.
En 1974 en segundo de prepa, Roberto descubrió a David Bowie. Iba a pasar sus horas libres a una tienda de discos a dos cuadras de la escuela. Un buen día, el dueño de la tienda se le acercó y le dijo: sé qué disco te gustó, pero no te animas, vamos a hacer una cosa, llévatelo, cuídalo, escúchalo y si no te gusta, me lo regresas, pero yo se que te va a gustar. Ese disco era el ‘Diamond Dogs’ de David Bowie.
La historia de Retrovisor Records apunta a una coincidencia del destino, Roberto trabajó en una fábrica de acrílico durante 30 años y como cualquier padre de familia, se levantaba, trabajaba su jornada completa y regresaba a casa a cenar. Hasta que un día, la dueña falleció y el trabajo se acabó de la noche a la mañana.
Después de una rutina de 30 años, Roberto decidió conseguir la mejor tornamesa que pudiera comprarse, y comenzó a pasar su tiempo reconectando con sus viejos amigos, los discos de vinil. Lo que resta del año se va como agua y llega la cena de navidad con los amigos de la secundaria, Roberto se presenta con un par de discos que acaba de comprar y sus amigos lo admiran por su profundo interés en la música. Entonces una de las compañeras toma la palabra y dice: “Tengo una mala noticia y una buena, la mala es que murió mi esposo, la buena es que estaría muy feliz en el cielo de que tu te quedes con su colección de discos.”
Imagen de Glasswreck
Entonces fue cuando surgió la idea de abrir la tienda. Con una colección a la venta de 1,200 discos, en el año 2012 abrió sus puertas al público, Retrovisor Records en la colonia Nápoles. Hoy su colección asciende a los 5 mil discos.
¿Cómo sientes que la industria digital ha afectado la compra de vinilos? Bueno, hace dos semanas se da a conocer la noticia de que el vinil se llevó entre las patas a la industria musical digital. ¿Es acerca de la calidad? El rango es mucho más amplio. Cuando Dylan graba su primer compacto, disco que no pudo ser presentado en vinil, dicen que llegó a su casa, puso el CD y preguntó ¿Dónde quedó mi música?
Por ejemplo, tengo muchos clientes que conocen a la perfección el ‘Dark Side of the Moon’ de Pink Floyd y me han dicho que a pesar de escuchar en total silencio la reproducción digital del disco, se pierden muchísimos detalles del vinil.
Imagen de Zymbio
¿Cuál es el objeto favorito de esta tienda? Es una foto que tengo de mi madre de 1927 afuera de una tienda discos en donde trabajaba. Discos Edison, en la calle Madero.
¿Qué es lo más extraño que le ha sucedido en la tienda?
Un cliente llegó en Marzo de 2013 y se puso a curiosear, pensé que no iba a comprar nada y me pregunta por un disco de Caifanes, se lo doy, sigue dando vueltas por la tienda y después de una hora, saca uno de aquí, otro de allá y y me dice “también me llevo el de Caifanes”. Unos meses más tarde, me dice: “no debería decirte esto, pero estoy dispuesto a pagar hasta 15 mil pesos por un RE de Café Tacuva. Te lo dejo de tarea, es para mi esposa”.
Empecé a buscarlo para darme cuenta qué tipo de objeto de colección es ese disco, sólo se hicieron 300 viniles, no se prensó en México, solamente se hizo en Colombia, es de muy baja calidad la grabación y si lo encuentras, quien sabe en qué estado esté, me aseguraron mis amigos.
Me puse a buscarlo y lo encontré en 18 mil pesos y el cliente me dijo que no. A los 20 días me habla y me ofrece 20 mil, pero mis amigos me dicen que se fueron a Europa, y se los cambiaron por el equivalente de 43 mil pesos en mercancía. Finalmente lo encontró en Diciembre del 2014 en 39 mil pesos. Logró su objetivo por más del doble de lo que pensaba pagar.
Es maravilloso conocer a tantas personas con diferentes gustos, nos sigue contando Roberto, yo pensé que sólo le iba a vender a gente de mi edad pero la sorpresa fue mayúscula, los clientes con mayor conocimiento son de 15 a 20 años, saben lo que buscan y quieren primeras ediciones, eso es lo que ha logrado el internet. Después viene la segunda generación, jóvenes de 30 a 35 años que no quieren saber nada de los 60s y 70s, son como un molde, todos llegan a pedir Depeche Mode, Pet Shop Boys, Cindy Lauper, The Cure, U2 y están así como encasillados en los 80’s y 90’s, esos son los hipsters. Siempre hay sorpresas muy gratas claro, el otro día llegaron a pedirme boleros interpretados por artistas como Amparo Montes, Marco Antonio Muñiz y Pedro Vargas, eso es muy raro y muy gratificante.
Roberto ¿Cuál crees que sea la década más importante para la historia de la música? Los 60’s, definitivamente. King Crimson, Genesis, los íconos como The Doors, The Beatles y The Who. Pero también tenemos estas bandas que después se les llamó “One hit wonders” que tenían un éxito, pero qué bruto, qué éxito, The Derek and the Domino’s, los mismos Box Stops que no tuvieron más de 6 discos en toda su carrera o The Human Beings con su famoso “Nadie más que yo”.
¿Qué crees que estaba pasando en aquellos entonces, que necesitaría pasar ahora para volver a tener esos genios musicales? Desgraciadamente creo que la tecnología nos rebasó. Ahora una o dos personas pueden hacer veinte mil cosas que antes se lograban con mucha más calidad, algo así como artesanalmente. Las bandas que hoy nombran de “garage” y siente uno que está escuchando un concepto nuevo, existen desde aquel entonces y de una manera mucho más artística. Ahora todo mundo quiere tocar, aprenden a hacer dos tres ruidos y ya la hicieron, y se perdió el proceso.
Imagen de Lapoplife
Si quitáramos toda la basura comercial, nos encontraríamos con que hay todavía conocidos “Hoyos Funkies” donde tocan bandas muy interesantes, que usualmente puedes ver sólo en vivo. La idea es tener foros abiertos, siento. Lo bonito es abrir las puertas a quien quiera demostrar lo que hace. Retrovisor Récords está abierto de lunes a sábado bajo una fachada azul cielo y sin letrero, ahí se encuentran grandiosos tesoros musicales y fantásticas historias esperando ser contadas.
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