La Ciudad de México transmuta continuamente, con sus edificios, calles, terrenos y casas, la ocupación del espacio es camaleónica. Sin embargo, poco se ha meditado al respecto de la naturaleza propia del lugar y de sus recursos.
El agua del lugar ya no abastece a la totalidad de la población debido al exceso de personas. El agua se obtiene de cuencas aledañas y del escurrimiento de las montañas que rodean a la ciudad, y solo el 60% se abstrae del subsuelo. Todo esto sucede al mismo tiempo que la ciudad se hunde.
“México Ciudad Futura” es un libro que explica los problemas que sufre la ciudad, en su territorio y con sus recursos, donde además propone una serie de soluciones. Un proyecto que vuelve a poner sobre la mesa el rescate del sistema lacustre de la zona, particularmente el Lago de Texcoco. Es la investigación que el despacho Futura Desarrollo Urbano retoma y profundiza. Una publicación liderada por Teodoro González de León junto con Alberto Kalach, José Manuel Castillo Olea y Gustavo Lipkau.
Lo que parece el desarrollo de una ciudad también se traduce como la ocupación de lagos, ríos, barrancas y otras áreas, de gran valor ecológico, a nivel hidrológico se ha obtenido más agua de la que el subsuelo puede reabastecer. El problema es que la Ciudad de México no ha tenido una planeación a la altura de dicha urbe.
En el centro del Valle de México y a 10 km del Zócalo está el lago de Texcoco, un extenso territorio que bien pudiera convertirse en el motor de un verdadero desarrollo.
“México Ciudad Futura” propone rescatar el antiguo lago de Texcoco como parte de una visión integral de infraestructura, ecología y desarrollo urbano. Con esto se generaría un sistema de lagos contiguos e interconectados por infraestructuras urbanas. La unión de estos lagos, tres veces mayor que la bahía de Acapulco, estarían alimentados por aguas residuales tratadas que actualmente la ciudad desecha. El sistema de lagos estaría rodeado por un litoral de 80 km para desarrollo urbano. Alojarían servicios, parques e infraestructura.
Desde Chimalhuacán hasta Tepexpan habría un nuevo corredor de desarrollo para nuevas urbanizaciones, al borde del lago entrelazadas con Texcoco y las poblaciones existentes, respetando las cañadas y bajadas de naturales de la Sierra Nevada.
Se crearía un corredor con industrias, equipamiento, servicios, y un nuevo sistema de parques, que con los cuerpos de agua, protegerían y fomentarían la regeneración de la flora y fauna del área. Dentro del lago habría islas conectadas por calzadas y vías rápidas, estas islas alojarían equipamiento cultural, social y de abasto, así como programas recreativos. Además se resolvería la comunicación norte-sur del Valle de México por el costado oriente del lago, sin la necesidad de cruzar por la ciudad. Las premisas mencionadas son solo algunas que forman parte del plan integral.
“México Ciudad Futura” se volvería el rescate ecológico más importante, buscando la reorganización del territorio de la región centro del país, elevando la calidad de vida y creando empleos. Además de que tendría otras consecuencias favorables como la modificación a un clima más templado con temperaturas menos extremas reduciendo la contaminación.
La historia de la ciudad devela como por siglos se ha luchado contra la naturaleza para sacar el agua del Valle, en este caso “México Ciudad Futura” reinvertiría el problema del agua, y desde ahí generaría una serie de soluciones, que bien aplicadas, podrían develar una ciudad naturalmente más habitable.
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