Para muchos la festividad más hermosa de México, el Día de Muertos es una celebración llena de colores, olores y sabores, dedicada a las personas amadas que han dejado este mundo.
En el mes de Agosto del calendario Mexica se celebraba la Ueymicailhutil o fiesta de los muertos cuando caía el xócotl. En esta fiesta se realizaban procesiones que concluían con ronda en torno al árbol, donde se acostumbraba a realizar sacrificios de personas y se hacían grandes comidas, donde ponían una fiura de bledo en la pintura del árbol y danzaban con una vestimenta decorada con plumas y piedras preciosas con cascabeles. En esta fiesta fue donde empezó la costumbre de colocar altares con ofrendas para recordar a sus difuntos.
Ahora, las ofrendas, inundan nuestra ciudad cada año (los primeros dos días de noviembre) para llenarla de flores, de luz y de la presencia de aquellos que extrañamos.
El Día de Muertos, declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO, tiene claros orígenes prehispánicos -se realiza en México y en varios países de Centroamérica-. Pero la celebración que conocemos hoy en día es producto de su mezcla con costumbres católicas que llegaron con la Colonia. Por esta razón, el Día de Muertos coincide con el Día de Todos los Santos.
Este sincretismo es evidente en la mezcla de elementos que se ponen en las ofrendas. Existen muchos tipos de altar y varían según la región. Éstos pueden ser de varios niveles y deben tener representaciones de los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra, además de una gran cantidad de objetos, alimentos y bebidas que honran a los muertos.
A continuación una lista de algunos de los objetos que deben estar presentes en estos altares hechos para recibir a los amados visitantes:
Veladoras o cirios. Son la representación del fuego y poseen toda una simbología espiritual. Se prende una veladora para cada difunto presente en el altar. A veces, las veladoras son acomodadas en forma de cruz o haciendo un camino para guiar a los muertos.
Fotografías de los difuntos. Son una manera de invocar al espíritu de los muertos para quienes se ha puesto la ofrenda.
Flores. Adorno de todo altar y sepulcro, pueden ser las coloridas flores de cempasúchil, nubes, amaranto (conocida también como moco de pavo), o cualquier otra especie que embellezca la ofrenda. Su olor atrae a los muertos.
Agua. Su presencia es muy importante en una ofrenda por ser uno de los cuatro elementos, además de que calman la sed de los espíritus viajeros. Normalmente también se ponen bebidas alcohólicas, específicamente las que le gustaban en vida a los difuntos.
Comida. Cualquier platillo que le gustara a los muertos. Típicamente debe haber pan de muerto (que tiene tiras en su corteza simulando huesos); también es común poner mole, tamales, maíz, frijoles, arroz y frutas de la temporada; éstas últimas son la representación de la tierra en el altar.
Frutas que generalmente son cañas, naranjas , jícamas , estas se colocan basándose en cuales eran las frutas favoritas del /los difuntos a quien se coloca la ofrenda simbolizando todo aquello que nos otorga la naturaleza Representa el elemento de la tierra , ya que las ánimas se alimentan con su aroma.
Papel picado. Este hermoso trabajo artesanal que antes de la conquista se hacía con papel amate, llena la ofrenda de color y de imágenes de panteones y calaveras. Representar al viento. El morado y el amarillo en el papel picado simbolizan la dualidad de la vida y la muerte.
Arco. Hecho de carrizo o de flores, representa una puerta de entrada al mundo de los muertos.
Sal. En un pequeño recipiente o en forma de cruz, sirve para la purificación de los espíritus.
Copal incienso y hierbas de olor. Olores que purifican el alma de los muertos y los atraen a las ofrendas.
Flor de terciopelo o pie de león y su uso es ornamental dentro de las ofrendas.
Pan de muerto que consta en un pan dulce representando por su figura un pan con huesos y cráneo que se espolvorea en azúcar( representa al cuerpo enterrado)
Calaveras de azúcar, chocolate o amaranto. Aluden, de una manera satírica, a la muerte. Con los nombres de los vivos puestos en la frente, son un pequeño recordatorio del lugar al que todos nos dirigimos, uno que tal vez es más dulce de lo que pensamos.
Fotografía de la persona o personas a quien se le dedica la ofrenda, y objetos personales del difunto.
Finalmente, es muy común que en las ofrendas haya objetos religiosos como cruces y rosarios, además de objetos personales de difunto. Muchas ofrendas están bordeadas por caminos hechos de pétalos de flores (en ocasiones de pequeñas fogatas), para guiar las almas de los muertos en su visita anual al mundo de los vivos…
Twitter de la autora: @imissmaria
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