Los óleos de Demián Flores en el Centro de Exposiciones del Aeropuerto cuentan la historia de Coatlicue, falda de serpientes, fecundación mítica, discurso transmutado, resurgimiento de una tradición ancestral; esta deidad mexica pasó de ser la creadora de la vida y la muerte a ser la vergüenza de un país entero.
Esta evolución –o retroceso– tomó dos siglos en formarse, en donde la madre del dios Huitzilopochtli y del panteón azteca fue desposada de su fuerza y poder. Se le destituyó de su magia y se le redujo a la violada –a la que se deja violar y se le culpa por ello–. A pesar de que sus sedimentos históricos forjaron la identidad mexicana. Coatlicue ahora es el símbolo de un poder interrumpido y perturbado, de una indefensión aprendida y de una diosa degollada.
Con visiones de Coatlicue, Demián Flores enaltece a esta figura reconstruida con serpientes encontradas. Se trata de una exposición en el Centro de Exposiciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde el pasado y el presente coinciden en la creatividad de sus lienzos, en el discurso pictórico de una arqueología transmutada.
En la Terminal 1 se exhibirán 11 óleos originales desde el 16 de diciembre del 2015 hasta el 31 de enero del 2016.
lunes a domingo, 23:59 h
Imagen principal: Antony Stanley
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