Por la cultura popular, es conocido como el Ángel de la Independencia, pero su nombre oficial es el Monumento a la Independencia; ya que se trata de una bella escultura que fue montada en 1910 para conmemorar el centenario de la independencia de México por el entonces presidente, Porfirio Díaz.
Sin duda es uno de los monumentos más emblemáticos de la capital mexicana, que por décadas ha sido utilizado como el símbolo característico de la Ciudad de México y el punto de reunión de los festejos más tradicionales del país. Pero… ¿realmente conoces su historia y significado?
La primera piedra de dicha estructura fue colocada un 2 de enero de 1902 por el general Porfirio Días. Dentro de ella, puso un cofre dorado con el acta de independencia y unas monedas de la época.
El mexicano Antonio Rivas Mercado fue el arquitecto responsable del proyecto, mientras que el escultor italiano Enrique Alciati fue el encargado de las esculturas y bajorrelieves y el ingeniero Roberto Gayol de la obra civil.
Todo parecía ir viento en popa, hasta que en 1906 los ingenieros se percataron de que uno de los lados del monumento estaba hundido. Y a pesar de que las bases y 2,400 piedras de una altura de 25 metros ya estaban colocadas, se tuvo que demoler todo lo construido para comenzar de nuevo.
Este retraso al final convino a la construcción, pues fue hasta 1910 que se llevó a cabo la inauguración del monumento que conmemoraba el aniversario número 100 de la Independencia de México, la cual tuvo un costo de 2 millones 150 mil pesos de la época.
Más de una década más tarde, en 1923, se realizaron trabajos en el interior del pedestal de la columna y se albergaron en urnas los diferentes restos de los héroes de independencia que venían desde la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y de otras ciudades del país. El Ángel de la Independencia, en ese entonces, funcionaba también como un mausoleo.
Un fuerte terremoto arrasó con la capital el 28 de julio de 1957. La escultura quedó destrozada, y para su restauración se tuvo que reforzar la columna con placas de metal. Las piedras de la escalera interior se remplazaron por metal, y además, se construyó una nueva Victoria Alada (ángel). La reinauguración tuvo fecha el16 de septiembre de 1958, y es a partir de entonces el monumento más famoso de la Ciudad de México.
La altura del Ángel, contando las gradas, es de 94.66 metros. La estatua es hueca, está hecha con bronce y representa a la Victoria Alada a punto de emprender vuelo. Sostiene, con su mano derecha, una corona de laurel que planea colocar sobre la cabeza de los héroes. Con su mano izquierda, sostiene una cadena rota que simboliza los tres siglos del virreinato y la dependencia política de España. Hoja de pan de oro cubre al monumento.
En el lado suroriente de la columna se encuentra el nombre de Iturbide y Allende, en el surponiente el de Mier y Terán y Galeana, al norponiente el de Victoria y Rayón y en el nororiente el de Matamoros y Aldama.
Por otro lado, en la parte superior del pedestal se encuentra un grupo de esculturas que se llama “Apoteosis del Padre de la Patria”. Dos figuras son simbólicas, una es la Musa dela Historia y otra La Patria. La tercera figura es el cura Miguel Hidalgo, que se encuentra parado levantando una bandera mexicana.
El pedestal, que tiene base cuadrada, tiene en los extremos cuatro estatuas que corresponden a José María Morelos, Francisco Xavier Mina, Nicolás Bravo y Vicente Guerrero.
En la fachada está una placa de mármol que dice: “La nación a los héroes de la independencia. En el descanso del primer cuerpo de dicho pedestal se encuentra una escultura de un león que es conducido por un niño, que simbolizan la fuerza y la inteligencia. En los extremos hay cuatro pedestales, donde se sienta La Paz, La Guerra, La Justicia y La Ley. Y bajo estos personajes están los nombres de las 24 personas que hicieron posible la independencia.
Los Precursores: Melchor de Talamantes, Francisco Primo de Verdad y Ramos y Marqués de San Juan de Rayas.
Los Consumadores: Pedro Ascencio, José Joaquín de Herrera y Miguel Barragán.
Los Caudillos: Mariano Jiménez, Leonardo Bravo y Pedro Moreno.
Los Guerrilleros: Encarnación Ortiz “El Pachón”, Víctor Rosales y José Antonio Torres.
Los Escritores: Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra, Joaquín Fernández de Lizardi y Carlos María Bustamante.
Los Congresistas: José María Cos, José María Liceaga y Andrés Quintana Roo.
Las Heroínas: Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario Fernández de San Salvador, Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín.
Los Conspiradores: José Mariano de Michelana, Epigmenio González y Antonio Ferrer.
El Ángel de la Independencia es mucho más que un monumento decorativo del Paseo de la Reforma, es la escultura que recuerda y celebra el esfuerzo y la sangre de todos aquellos que lucharon por la independencia de nuestro país. Más que un ángel, es un recordatorio para todos los mexicanos de su libertad; es el homenaje más importante de la historia de México.