Guillermo Arriaga es un guionista que no necesita presentación. Se trata del escritor de películas que han ganado un notable reconocimiento, y que lo han llevado a alcanzar la fama internacional, como Amores perros, Babel y 21 gramos (dirigidas por Alejandro González Iñárritu), además de Los tres entierros de Melquiades (dirigida por Tommy Lee Jones, y ganadora del premio a mejor guión en el Festival de Cannes) y Fuego, la primer película escrita y dirigida por el mismo Arriaga, protagonizada por Charlize Theron, Jennifer Lawrence y Kim Bassinger.
Cuando se habla del trabajo de este talentoso artista que creció en el sur de la Ciudad de México, es difícil no pensar de inmediato en aquellas tres historias que suceden en nuestra capital, y que juntas hacen Amores perros, tres narrativas que describen nuestra ciudad y los universos que ésta contiene de una manera nunca antes vista y llena de crudeza. Al escuchar su nombre, alguien más, tal vez, podría recordar aquellas escenas (hermosamente filmadas, por cierto) en Tokio, que son parte de la narración de una de las historias que integran otro filme escrito por Arriaga, Babel.
Resulta entonces fácil ver que, en varios de los guiones de Guillermo Arriaga, las ciudades funcionan como un personaje más y esto se debe, probablemente, a que este escritor nació y creció en una gran ciudad. Para muchos resulta evidente no solamente su gusto por las metrópolis, sino, en el caso de la capital de México, su amor y profundo conocimiento de ésta en distintos niveles.
Algo que no todos saben es que además de escribir películas, este talentoso escritor es autor de tres novelas: Escuadrón Guillotina (1991), Un dulce olor a muerte (1994) y El búfalo de la noche (1999). Libros que han sido transformados en guiones cinematográficos y filmadas.
Cuando alguna vez en una entrevista, Arriaga fue cuestionado en torno a qué es lo que necesita para hacer un guión, él respondió que, antes que nada el que va a realizar dicho trabajo necesita saber si es escritor o guionista, es decir, si es un creador o trabaja para materializar las ideas de alguien más. También aseguró que para él, el guión de una película es ciertamente una pieza literaria.
Las historias entrelazadas, la dicotomía entre el destino y la casualidad, el peso de la monotonía y la muerte son algunos de los temas recurrentes en las historias de Guillermo Arriaga. Pero las ciudades, además de funcionar como bellos, aislados, amenazantes o crudos escenarios, son espacios que funcionan como personajes, como atmósferas que dotan de sentido la historia entera y que dotan a las narrativas de Arriaga con una personalidad irrepetible y una magia impresionante.
[1] letraslibres.com/revista/convivio/entrevista-con-guillermo-arriaga
Twitter de la autora: @imissmaria
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