6 compositores mexicanos que con su música se volvieron inmortales

“Tu almohada está impaciente
de acariciar tu cara
tal vez te dé un consejo
tal vez no diga nada”

Este mes se celebró el día del compositor. Grandes voces, palabras sabias, o sencillos versos pero que florecen en los sentimientos más arraigados en el ser humano. Entre el amor y la melancolía, el coraje y la desilusión, el perdón y el olvido, las creaciones de los siguientes autores dibujan un mapa de sentimientos que transitan inevitablemente, lugares a los que se vuelve en la memoria o en el final de lo que se creía interminable.

 

  1. Manuel Esperón González

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“Que dicha es tenerte así mi cielo,

sintiendo tu corazón latir,

bebiendo con ansiedad tu aliento,

quemándome en tu mirar febril”

Nació en 1911 en la Ciudad de México. Creció en la Guerrero. Con diversas influencias musicales cercanas, ya que su madre fue pianista de concierto, fue primo hermano del Maestro Ignacio Fernández Esperón y fue bisnieto del compositor Macedonio Alcalá, lo fueron encaminando en su propia carrera musical. Estudió Ingeniería por algunos meses, dibujo, pintura, tallado y escultura. Y para 1933 comenzó a componer para películas. Más adelante incluyó el mariachi en el cine. Fue el compositor de Jorge Negrete y Pedro Infante.

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Alguna vez el compositor describió la guía que le ofreció a Infante: “Pedro quería cantar como Jorge y lo convencí para que modulara y aprovechara esa media voz, y le puse de ejemplo que Jorge podía llevarle serenata a una muchacha que viviera en el octavo piso y ella lo podía escuchar perfectamente, pero que sí él le llevaba serenata a una muchacha que viviera en la planta baja, le iba a ir mejor, ya que le cantaría al oído y hasta besito sacaría. Entraba al estudio y sacaba adelante lo que se proponía, además era fácil trabajar con él”.

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En un momento el maestro Esperón trabajó para la Metro Golden Mayer, la Paramount y Disney, colaborando con el propio Walt Disney en la película Los Tres Caballeros.

Fue una persona que siempre estuvo cerca e involucrado con la música. Creó arreglos sinfónicos de la música popular mexicana, así como de otros compositores mexicanos, como Guty Cárdenas, Ricardo Palmerín, Pepe Guízar, José Alfredo Jiménez, Alfredo Carrasco y Agustín Lara, entre otros.

 

  1. Cuco Sánchez

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“Y tú que te creías el rey de todo el mundo,

y tú que nunca fuiste capaz de perdonar,

y cruel y despiadado de todo te reías

hoy imploras cariño aunque sea por piedad,”

Cuco Sánchez fue un cantante, poeta y compositor mexicano que consolidó el estilo clásico romántico. “El único embajador mexicano ante el mundo de la música ranchera”, como él se nombraba, cantaba con una voz desgarradoramente sentimental que transmite el dolor de lo imposible, de lo inalcanzable, de la poesía. Su mezcla era auténticamente folclórica, ranchera o campirana.

De piel morena, estatura mediana y voz aguda nació en Altamira, hijo de un militar y de una madre que participó en la Revolución. Llegó a la Ciudad de México a los 19 años a trabajar con Emilio Azcárraga Milmo.

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Cuco Sánchez alguna vez dijo: “La prensa mundial hubiera sido buena para mí hace 20 años. Ahora no me interesa porque dondequiera que me presento, en cualquier parte del mundo, los lugares se llenan de gente que admira mis canciones. Y lo que es más importante, la música ranchera”. Participó en diversas películas y telenovelas.

 

  1. Agustín Lara

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“Noche de ronda, qué triste pasa,

qué triste cruza por mi balcón.

Noche de ronda, cómo me hiere,

cómo lastima mi corazón.”

Nació en Tlacotalpan en 1897, compositor autodidacta desmesurado, ya que produjo una gran variedad de melodías, entre las que destacan “Granada”, “Noche de ronda”, “Solamente una vez”; sus canciones tenían un estilo que podrían describirse como melódicas. Realizó una serie de composiciones para cine. Se casó con María Félix, a quien le escribió “María bonita”, y cuya canción se produjo mucho tiempo después para compartirse al público, y por convencimiento de la Doña.

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Trabajó como pianista en bares, cafés y en salas de cine mudo. Estuvo al frente del programa La hora azul. Dirigió la orquesta El Son Marabú; mientras Ana María Fernández y Toña la Negra cantaban sus canciones. Para 1932 viajó por París, y por otros países. Se presentó en diversos espectáculos. Llegó a Hollywood para musicalizar diversas películas.

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Un derrame cerebral lo llevó a quedar en coma, murió tres días después. Compuso setecientas piezas: boleros, pasodobles, baladas, tangos, pasacalles y melodías, y hasta una opereta. Difundió su música en revistas, discos y la radio.

 

  1. Roberto Cantoral

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“Noche no te vayas,

quédate con nosotros para siempre,

tú que sabes que somos dos amantes

que vivimos dos vidas diferentes.”

Originario de Tamaulipas, nació en 1935. Quince años después formaría junto a su hermano el dueto Hermanos Cantoral, y más adelante el trío “Los Tres Caballeros”. Con el segundo propagaría la canción romántica en México, incluyendo algunas giras en Estados Unidos, Japón, Alemania y otros países.

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Hasta 1960, Cantoral se vuelve solista. Sus canciones más populares son “El Reloj”, “La Barca”, “El Preso Número Nueve”, “Al Final”, “El Triste”, “Noche No Te Vayas”, “Regálame Esta Noche”, “Yo lo Comprendo”, “Chamaca”, “El Quijote”, “Soy Lo Prohibido”, “Qué Mal Amada Estás”, “Me Estás Gustando”, “Un Poquito de Pecado”, “El Crucifijo de Piedra”, y más. Sus composiciones han sido interpretadas por importantes figuras. Ha participado en los principales festivales de la canción de todo el mundo. Le fueron entregados importantes reconocimientos en diversos países.

 

  1. José Alfredo Jiménez

“Si yo te hubiera dicho no te vayas
que triste me esperaba el porvenir
si yo te hubiera dicho no, no me dejes
mi propio corazón se iba a reír.”

Nació en Dolores Hidalgo Guanajuato en 1926. Llegó a la capital mexicana a los 8 años, compuso sus primeras canciones a los 14 años de edad, tenía talento pero el reconocimiento tardó en llegar.

A los 10 años murió su padre, época en la cual solía irse de pinta con Jorge Gabilondo Patiño, hijo Cri-Cri, ambos soñaban con ser toreros.

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A los 18 años se fue a la Ciudad de México, tuvo que abandonar sus estudios para trabajar como mesero, en el restaurante también era guitarrista del trío “Los Rebeldes”. En esta época también jugaba fútbol.

Logró ser uno de los mejores compositores de música ranchera mexicana. Le canta a la tierra, a las mujeres, a la vida y al alcohol. Su música contó y cuenta con una gran aceptación internacional.

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Aunque la letra parece ser simple, y no tratan grandes historias, el tono impreso genera una marcada sutileza que llega a demostrar un profundo sentimiento de dolor y de pasión. Además es de esos autores que conmueven a casi cualquier, o por lo menos, todo mexicano puede llegar a sentirse identificado.

 

  1. María Grever

“júrame
que aunque pase mucho tiempo
pensaras en el momento
en que yo te conocí
mírame
pues no hay nada
mas profundo
ni mas grande en este mundo
que el cariño que te di”

Joaquina de la Portilla Torres, o María Grever, nació en León en 1892. A los seis años marchó a Sevilla, España, de donde era originario su padre.

José M. Sánchez García, autor de una historia del cine mexicano quien era gran amigo de la compositora, ya se refería al desconocimiento de la vida de María Grever desde hace cincuenta años: “Con haber sido tan popular y querida la personalidad de María Grever, poco se sabe de su vida. Es algo extraño, pero cierto, que he podido comprobar con motivo de su fallecimiento. Leí en todos los periódicos muchos elogios, pero poca sustancia biográfica”. Según Sánchez García compuso su primera obra, Bésame, antes de cumplir el segundo lustro de vida, aunque no fue publicada hasta 1925.

María se casó con León A. Grever, de quien tomó el apellido para consolidarse como autora. Sus primeros éxitos fueron “El reo”, “El ruiseñor” y con “Vida mía”; y fue con “Júrame”, en voz de José Mójica, cuando catapultó verdaderamente como compositora.

También son suyas “Cuando vuelva a tu lado”, “Alma mía”, “Bésame” y “Vida mía”, entre muchísimas más.

Recientemente un grupo de investigadores y músicos mexicanos descubrió la autoría de la Grever en música para concierto que se trata de una opereta, “Cantarito”, descubierta por la cantante Nayeli Nesme y los compositores Alberto Núñez Palacio y Arturo Márquez. María Grever fue alumna de Claude Debussy. Y además musicalizó varias películas para la 20th Century Fox y la Paramount Pictures.

La compositora falleció hace medio siglo, el 15 de diciembre de 1952 en Nueva York. María formó parte del grupo de mujeres compositoras que destacaron en el bolero como en ningún otro género, como Teresa Carreño, Consuelo Velázquez, María Teresa Vera y Carla Blay.

 

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