Admirables consejos de David Alfaro Siqueiros para los nuevos artistas

Como todo gran artista, David Alfaro Siqueiros encarnó una personalidad multifacética a lo largo de su trayectoria.

 

David Alfaro Siqueiros estudió en la Academia de San Carlos de Bellas Artes, pero no tardó mucho en volcarse a las filas de la “escuela al aire libre” de Santa Anita. A esta congregación experimental acudieron varios pintores radicales cuya premisa preponderante fue la creación libre, un método de enseñanza que intentaba alejarse de los hitos del arte de entonces. En la década los 20 hizo un viaje a Europa pero, como todo mexicano que en un viaje se encuentra –y se apoya de lo forastero para aclarar sus raíces–, se adentró a fondo en expresiones como el cubismo de París, especialmente el desarrollado por Cézanne, para conmemorarlo.

Más allá de la pintura Siqueiros en Europa reforzó amistades, y algunas de esas –inevitables y necesarias– fueron Diego Rivera y Clemente Orozco; juntos, formaron la trinidad de los muralistas mexicanos más importantes acaso de toda época.

Durante ese viaje hubo un territorio más que encantó a sus convicciones: la Barcelona de los años 30, donde a propósito escribió un manifiesto de corte político y afirmó su influencia artística: la precolombina indígena.

 

Influencia para el mundo

Suicidio Colectivo, 1936

Se dice que artistas como Jackson Pollock llegaron a imitar la técnica de Siqueiros pues, como reciente estudió la UNAM, el pintor mexicano revolucionó en las artes plásticas con su llamado “accidente controlado“, un proceso poco usual para su época con el cual, y mediante la superposición de colores simples, llegó a descubrir lo que en Química se conoce como la dinámica de fluidos.

 

El arte público a favor de la ideología popular

A la par de su carrera artística, se encontraba también su acentuada postura política. Y es que quizás la mayor influencia que tuvo Siqueiros fue su abuelo, Don Antonio Alfaro Sierra, un liberal radical conocido como el Siete Filos con el que pasó gran parte de su niñez en Guanajuato. Así que, con una ideología política bien perfilada,  a partir de los 15 años se suma a las revueltas por su patria , y a los 18 se forma en las filas del Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza. Esta es probablemente uno de los actos más aleccionadores que ha compartido Siqueiros: la lucha por la causa, no como artista sino como persona, un grato ejemplo de fidelidad a la transformación social del país.

Su otra faceta, la comunista, la comenzó de lleno a su regreso de Europa en 1923, probablemente influenciado por la revuelta que surgió en Francia en aquella época. Bajo el Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores –mismo donde habría de surgir el famoso periódico El Machete–, Siqueiros y artistas como Diego Rivera, Fermín Revueltas, José Clemente Orozco, Xavier Guerrero, Germán Cueto y Ramón Alba Guadarrama crearon el Partido Comunista de México.

siqueiros obras

Dentro de los grandes cambios que esperan realizar se encuentra acentuadamente la de índole cultural, y gracias al brillante José Vasconcelos –en aquel entonces secretario de Educación Pública, y responsable de reunir a la trinidad de muralistas para pintar instituciones educativas–, Siqueiros propone su Declaración de principios sociales, políticos y estéticos de donde retomamos el siguiente fragmento que, a manera de consejo invaluable, sugiere a los artistas una visión del arte más humana, más colectiva y menos individualista:

Repudiamos la llamada pintura de caballete y todo tipo de arte fomentado por círculos ultraintelectuales porque es aristocrático, y ensalzamos el arte monumental en todas sus formas porque es propiedad pública…

Los creadores de belleza deben hacer el máximo esfuerzo para producir obras de arte ideológicas para su pueblo; el arte no debe seguir siendo la expresión de la satisfacción individual, como lo es actualmente, sino que debe tender a convertirse en un arte educativo y combativo para todos.

La influencia comunista es claramente notoria, pero dejando de lado las posturas políticas, estos consejos son sin duda grandes recordatorios para aquellos nuevos artistas que están construyendo una carrera.

A propósito de ello, cabe resaltar que la Ciudad de México hoy celebra ser una de las máximas productoras de arte contemporáneo a nivel mundial. Pero más allá de que este calificativo refleje creatividad o talento –pues la cantidad no siempre es sinónimo de calidad–, sugiere tal vez que al nuevo arte mexicano le hace falta más empatía y menos individualismo. Porque el fin primordial del Arte, si se recuerda bien, es humanizar. Humanizar a través de un objeto estético propio; un cuadro, una escultura, una frase, un sonido; traducir a partir de la materia algo imaginado, algo que no se conoce y por eso se crea y se regala al mundo, un contexto que sin duda Siqueiros tenía bien entendido. Finalmente es de destacar que Siqueiros fue un hombre cuya ideología pronunció las bases del arte público, o el arte para las masas. 

Para ilustrar esto, te compartimos a continuación una galería con algunas de las obras más notorias de Siqueiros y te invitamos a visitar la exposición Los Modernos en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad, donde encuentras algunas de sus piezas originales:

*Con información de Arte, pintura y genios.


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