La cocina mexicana es mundialmente reconocida por su diversidad y sabor; e inclusive, en 2010 fue declarada como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El maíz, chile y frijol son los ingredientes omnipresentes en los platillos mexicanos, como si nunca se acabara la autenticidad ni capacidad para evolucionar el sabor gastronómico de México. Sin embargo, las necesidades nutricionales no siempre se adecuan al estilo de vida contemporáneo; es decir que entre el sedentarismo y el consumo constante de cantidades exorbitantes de grasa, harina y maíz en los alimentos contemporáneos, productos como los tacos, tamales, flautas, postres y el pozole sólo son una puerta para los problemas de salud como la obesidad
Hoy en día, los mexicanos realizamos una menor cantidad de actividad física, provocando que el gasto energético sea menor y, por tanto, se almacene toda la grasa excesiva en el cuerpo. De acuerdo con las especialistas Cecilia Peniche y Adriana Arroyo Berezovzky, los antojos y platillos mexicanos contienen, en un sólo bocado, una cantidad insólita de grasas, calorías y azúcares.
En el caso del pozole, este un antiguo platillo cuyo origen presume de ser de la época prehispánica, actualmente tiene numerosas maneras de prepararse; como por ejemplo, verde, rojo, con carne de cerdo o de pollo, o simplemente con ingredientes vegetarianos. Por lo que podría decirse que el pozole es un platillo mexicano sabroso y nutricionalmente variado, sólo si se equilibra con una suficiente cantidad de ejercicio.
Si bien factores como el sexo, edad, estatura y peso, son los que determinan la cantidad de calorías a consumir en un día, la degustación constante del pozole puede resultar simplemente alegrar un día tras una resaca o un domingo con ganas de garnachas. Esto no quiere decir que se deba de dejar de consumir el pozole, si no crear un equilibrio entre su consumo y la actividad física realizada. Es decir que, al hacer ejercicio se ejerce un mayor gasto energético, lo cual permite un mayor consumo calórico; “pero si se desea bajar de peso, se deben consumir menos calorías de las que se gastan.”
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