En la historia de la arquitectura mexicana, sin duda uno de los mejores representantes de la disciplina es Luis Barragán (1902-1988), dueño de un estilo fino, detallista pero sobre todo sensible, emotivo, preocupado por la relación entre el espacio y la manera en que es posible propiciar el hecho estético, cómo surge ahí la belleza, sí como algo extraordinario pero, al mismo tiempo, como parte de la cotidianidad, como si, en el fondo, se nos hiciera ver que la belleza puede ser parte de nuestra vida, surgir en cualquier instante, en todo intersticio del espacio-tiempo.
Cuando se le otorgó el Premio Pritzker –el más importante del mundo de la arquitectura, siendo Barragán el único mexicano a la fecha en haberlo obtenido– el arquitecto de origen jalisciense realizó en su discurso de aceptación una defensa de ese cariz emocional de la arquitectura como fuente de inspiración y posibilidad:
El arquitecto no debe, pues, desoír el mandato de las revelaciones nostálgicas, porque solo con ellas es verdaderamente capaz de llenar con belleza el vacío que le queda a toda obra arquitectónica una vez que ha atendido las exigencias utilitarias del programa. De lo contrario la arquitectura no puede aspirar a seguirse contando entre las bellas artes.
Quizá por estas y otras razones, en años recientes la obra de Barragán ha experimentado un proceso de revalorización, homenaje y, lo más importante, diálogo, en muchos de esos casos desde un lugar netamente artístico. Barragán tiene a su favor que nunca fue un arquitecto oficialista, o que relegara sus inquietudes estéticas para favorecer otros criterios más bien coyunturales o de la circunstancia, lo cual, a la vuelta del tiempo, lo ha situado como un artífice cabal, un artista impecable y auténtico que por esto mismo legó un corpus perdurable y todavía significativo.
Como parte de esta especie de re-descubrimiento del arquitecto, actualmente se han montado 3 exhibiciones de arte contemporáneo que tienen como punto de partida algún aspecto de la obra o estilo de Barragán: Las propiedades de la luz, Barragán fetichista y Archivo(s) Camino Real. Las tres son auspiciadas por instituciones privadas y, además, tienen en común que se desprenden de la edición más reciente de Zona Maco, en donde se presentaron y coincidieron como propuestas curatoriales.
Las propiedades de la luz es una exposición que reúne 6 esculturas del artista neoyorquino Fred Sandback (1943-2003) y una serie de dibujos, bocetos y apuntes cedidos por el Fred Sandback Archive. Las esculturas de Sandback se caracterizan como “situaciones” porque, según el propio artista, su intención no era plasmar ideas, sino hechos, no teorías ni conceptos, sino “hechos que ocurren en un espacio y en un tiempo precisos”.
Las piezas dialogan con la obra de Barragán porque el propio Sandback, en su último viaje a México, quedó profundamente conmovido con el Convento de Tlalpan (también conocido como Capilla de las Capuchinas). El artista ya estaba familiarizado con el estilo del arquitecto, pero visitar dicho recinto fue decisivo. Al respecto Proyecto Monclova, una de las instituciones responsables del montaje de Las propiedades de la luz, nos dice:
Para el escultor fue una experiencia sublime que desencadenó un profundo deseo de investigación. El fenómeno que capturó la atención del artista, fue una distintiva máquina lumínica: la luz natural que entra por un vitral aledaño a una cruz de madera que se encuentra en una pared lateral del recinto, produce sobre el altar la sombra del símbolo religioso. Ésta es la principal característica de la capilla, cuya forma e intensidad se alteran a lo largo del día.
Por este motivo, la exposición de las piezas y bocetos de Sandback no se limita a la galería de Proyectos Monclova, sino que se extiende a tres casas icónicas de Barragán en la ciudad de México: Casa Gilardi, Casa Gálvez y Casa Luis Barragán. El curador Alberto Ríos de la Rosa escribe, a propósito de la presencia de las esculturas de Sandback en Casa Gilardi, escribe:
Casa Gilardi, terminada en 1976, fue la última obra del arquitecto jalisciense. Este proyecto sintetiza una extensa carrera basada en el discurso de la arquitectura emocional. Por fuera, dándole la espalda a la calle, la casa está orientada alrededor de una imponente jacaranda en el patio interno; y, en su sus pasillos internos, sigue la tradición de concretar un sentido simbólico a través del juego de luces, un juego cuyo objetivo, antes que la funcionalidad, es la producción de emociones. Esta capacidad de sugerir representaciones metafísicas por medio de la arquitectura es materia prima para la inserción de obras de Sandback por toda la casa, aunque cabe resaltar las instaladas en el pasillo de color amarillo, la fuente al final del mismo y a un lado de la jacaranda en el patio. Las sombras que producen las delgadas esculturas hechas de estambre se convierten en comentarios sutiles que dialogan con aquellas sombras propias de la casa.
Barragán fetichista, por otro lado, también se presenta como un diálogo entre piezas de un artista y las posibilidades sensoriales que permiten los espacios diseñados por el arquitecto, específicamente, con piezas de artistas como Wilfredo Lam, Francis Alÿs, Frida Kahlo, Manuel Álvarez Bravo, entre otros, todas provenientes de la Colección FEMSA y organizadas según la curaduría del brasileño Willy Kautz. El adjetivo “feticihista” se toma en al menos dos sentidos: el que lo relaciona con el ámbito de la sexualidad, de uso común en nuestros días y, en segundo lugar, en su acepción más estricta vinculada con el pensamiento mágico y religioso y por el cual a un objeto se le atribuyen poderes sobrenaturales. La elección de este enfoque es afortunada, coherente, pues Barragán mismo no era ajeno a esa cualidad “fetichista” de los ornamentos, aunque en su cosmovisión estuvieran situados de otra manera. La síntesis de la obra nos explica:
A partir de la relación entre sexualidad y religión que pone de relieve el concepto del fetiche, esta selección de obras invita al público a reflexionar sobre el carácter simbólico de las esferas reflectantes, crucifijos, artefactos y trabajos pictóricos desplegados en la Casa Luis Barragán.
Para Barragán fetichista el artista Jorge Satorre elaboró Encuentros Formales, una pieza única, ex profeso, sobre la que Ríos de la Rosa nos dice:
Encuentros Formales […] invade el jardín en su totalidad y surge a raíz de los estudios del artista Miguel Covarrubias de manos y pies llevados a esculturas, realmente crea una interacción formal y conceptual con el universo de Barragán (el archivo de Covarrubias fue heredado a Barragán por la viuda del artista).
Finalmente, Archivo(s) Hotel Camino Real recupera el cariz más teórico del arquitecto y, por otro lado, la cualidad discursiva de la arquitectura, esto es, su posibilidad de erigirse ella misma en discurso a través de una obra vista como totalidad y como una suma de recursos arquitectónicos. En esta línea, piezas de los artistas Annie Albers, Lance Wyman, Mathias Göeritz, Armando Salas Portugal, entre otros, curadas por Pablo León de la Barra, recrean la historia del diseño y construcción del emblemático Hotel Camino Real de Polanco, construido en un año crucial en la historia de México y su capital: 1968. Cabe mencionar que si bien el diseño del hotel corrió a cargo de Ricardo Legorreta, Luis Barragán también tuvo una colaboración activa, sobre todo en la concepción de las áreas vedes y de uso común del edifico y su conexión con el resto del espacio, además de que Legorreta mismo se considera uno de los herederos y discípulos destacados de Barragán.
Se trata, en suma, de tres exposiciones que nos muestran la obra de Luis Barragán desde otras perspectivas pero bajo el hilo común de la contemporaneidad, acaso el sello del arte auténtico.
Las propiedades de la luz, de Fred Sandback
Proyectos Monclova
Colima 55, Roma Norte, Cuauhtémoc
Casa Gilardi
General León 84, San Miguel Chapultepec, Miguel Hidalgo
Casa Gálvez
Colima 249, Roma Norte, Cuauhtémoc
Casa Luis Barragán
General Francisco Ramírez 12-14, Ampliación Daniel Garza, Miguel Hidalgo
Del 02 de febrero al 11 de marzo
Casa Luis Barragán
General Francisco Ramírez 12-14, Ampliación Daniel Garza, Miguel Hidalgo
Del 28 de enero al 3 de abril (PREVIA CITA)
Archivo Diseño y Arquitectura
General Francisco Ramírez 4, Ampliación Daniel Garza, Miguel Hidalgo
Del 4 de febrero al 27 de mayo
En el sitio horizontal puede leerse una crítica más especializada sobre estas instalaciones.
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