Hoy en día es común que cuando nos enteramos de un nuevo lugar cultural que abre en la colonia Condesa, nos imaginemos un espacio pequeño, muy intimo y que tiene un mercado bastante acotado. Sin embargo el Centro Cultural Bella Época, que a sus diez años de haber sido reabierto al público sigue siendo un lugar relevante y apuesta por un espacio que sigue rompiendo con la tendencia actual. La gran variedad de publicaciones, espacios como exposiciones temporales, sala con proyecciones de cine de autor, área de niños y una cafetería hacen que todo el conjunto se convierta en excelente punto de reunión.
Como parte del programa que tiene el Fondo de Cultura Económica, se busca dotar de vida cultural a espacios que lo necesitan como fue el caso de la Librería Octavio Paz en la Col. Chimalistac. En este caso visitamos el Centro Cultural Bella Época que a pesar de los años que lleva operando sigue teniendo un encanto único y se distingue de la oferta que existe por la zona.
El trabajo de adaptación para el nuevo uso del edificio corrió a cargo del reconocido Arq. Teodoro González de León. El trabajo terminando logra generar una atmósfera muy específica donde reina la amplitud espacial y la sensación de tranquilidad y paz. Además de ser un espacio que carece de columnas y obstáculos visuales, entradas de luz natural por medio de tragaluces y un plafón diseñado por Jan Hendrix, dan una iluminación muy suave que hace muy placentero permanecer envuelto en este espacio para tomar un café, hojear libros e incluso leer en alguna de sus salas del espacio central.
El edificio actual rescata los orígenes de su construcción conservando la fachada de lo que una vez fue el Cine Lido. Desde su fachada que data de 1942, con ciertos tintes que se confunden con la arquitectura art decó combinada con arquitectura Colonial Californiana e incluso algunos motivos mudéjar, hasta su espacio interior completamente contemporáneo, dan cierto eclecticismo y sorpresa al edificio. Un buen balance entre la lectura exterior e interior del edificio consiguen quedarse en la memoria de quien lo visita.
Elementos significativos como es una entrada semicircular que da espacio para una pequeña plaza exterior, la conservación del minarete original y la repentina apertura de doble altura del espacio interior son indudablemente excelentes ejemplos de gestos arquitectónicos que garantizan un vinculo entre el sujeto y el espacio.
Ya sea para ver un película en el Nuevo Cine Lido, hojear libros, tomar una taza de café, dejar que las horas pasen mientras lee un libro o simplemente por curiosidad, el Centro Cultural Bella Época seguro tiene algo de interés para quien lo visita. Dada la gran diversidad tanto de actividades como del acervo que alberga, este centro se ha convertido en uno de los mas visitados en la Ciudad de México. Se encuentra en Tamaulipas 202, Col. Hipódromo Condesa. Los horarios de visita son de 9:00 a 23:00 todos los días los viernes sábados cierran a las 0:00.
Autor: Jesús M. Llamosas
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