Tras trabajar en un estudio de la Condesa y otro en la Escandón, Boris Viskin decidió hacer un taller-hogar en la colonia Santa María la Ribera. Desde esta casona tradicional de 1890, este artista adaptó sus necesidades para crear lo que 15 años de carrera se convertiría en la exposición de La belleza llegará después…
Con ocho esculturas, 30 obras de muro –pinturas, ensamblajes en relieve y técnicas mixtas–, tres instalaciones y tres series mixtas de pintura y gráfica, entre las cuales se encuentran 124 cuadros de la magna Sonata para una noche cíclica, Boris Viskin concentró un concierto multidisciplinario de su historia de vida y su desarrollo madurativo como artista.
Los cuadros de diez años de edad se mezclan con objetos y piezas que apenas están en proceso de elaboración. El espacio a veces se satura; luego, se vacía y comienza un nuevo orden. Como si fuese un mapa que recorriera los laberintos del tiempo, la fantasía y la metamorfosis.
En La belleza llegará después…, Viskin se muestra revolucionado, cargado de incoherencia y esperanza. De pintura a la escultura, pasando por el relieve, el ensamblaje, el arte objeto, la instalación. De inmaterial emocional a curaduría libre. De ilusión jovial a sabiduría de la madurez. El paso del tiempo sólo está en la memoria, y de eso se trata Boris Viskin, un mexicano que expande sus recuerdos:
Se encontrarán que en mi obra hay piezas muy abstractas, otras muy figurativas, unas más cercanas a lo real, otras más poéticas, y que tienen en mucho que ver con el manejo del material, ahora hay una obsesión por lograr un espacio más íntimo con cierta nostalgia, pero ahí entrará la crítica del espectador.
La exposición tendrá lugar del 13 de marzo al 14 de agosto de 2016, en el Museo de Arte Moderno. De martes a domingo; de 10:15 a 17:30 hrs. La entrada tiene un costo de $60 y la entrada es libre con credencial de estudiante e INAPAM o domingos.
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