Los escritores hacen una ciudad: la crean y la reinventan a través de sus narrativas y personajes, usando una herramienta abstracta, permanente y efímera al mismo tiempo: la palabra. Incluso cuando el escritor no escribe sobre la ciudad de la que proviene, el espíritu de dicho espacio está impreso de una u otra manera en sus obras; y sabemos que los retratos de las ciudades hechos por grandes escritores permanecen y redefinen la realidad de los espacios urbanos.
Habría que pensar en escritores como Charle Baudelaire cuya obra fue calificada por Walter Benjamin como una “botánica del asfalto”, o el mismo Benjamin, que dedicó muchos de sus espectaculares ensayos a los espacios urbanos, sus simbolismos, sus fragmentos y sus cosmogonías. Pensemos también en cómo Charles Dickens, por dar un ejemplo más, orquestó el nacimiento de un Londres nunca antes visto.
Walter Benjamin, willemvanewijk.com
Toda gran ciudad —una grandeza que nace de un carácter irrepetible, de una esencia especial y espacial— siempre inundará a los artistas que la habitan y a su obra; la Ciudad de México no es la excepción. Podríamos entonces recordar la primera novela del gran Carlos Fuentes, La región más transparente, que retrata la capital mexicana y a sus distintas clases sociales a través de un léxico variado y costumbrista en boca de un sinfín de extravagantes personajes. También de Fuentes, no podemos olvidar la bellísima novela Aura, que hace una descripción magistral, nunca antes realizada, del centro de la Ciudad de México.
Carlos Fuentes, proceso.com.mx.
También podríamos hablar de la novela La tumba del escritor acapulqueño José Agustín, que recurre a la crudeza y honestidad de un lenguaje sin censura para contar la historia de un adolescente en la Ciudad de México.
José Agustín, victorlopezjaramillo.files.wordpress.com.
Nuestra capital también ha sido fuente de inspiración para extranjeros que la han conocido y habitado, como William Burroughs o Jack Kerouac, que escribió Tristessa, una novela sobre la relación entre la ciudad, la soledad y la melancolía que sucede en nuestra capital.
Jack Kerouac, theredlist.com.
La lista es larga y podría extenderse al ámbito del cine y la dramaturgia, entre muchas otras expresiones artísticas. Lo cierto es que los capitalinos tenemos la suerte de vivir en una gran ciudad, un espacio lleno de vitalidad que ha alimentado durante siglos las mentes más brillantes de la literatura universal.
Twitter de la autora: @imissmaria
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