¿Cargar tu teléfono con el movimiento de la rodilla? Estudiantes del Politécnico lo hicieron posible

Ahora, para muchos es una preocupación tener siempre batería en el teléfono portátil. Paradójicamente, la tecnología misma provoca que estos gadgets necesiten una carga continua, pues esta se agota con cierta rapidez debido al uso de sus múltiples funciones: la cámara fotográfica, la grabadora de voz, la transmisión de mensajes en línea con estos y otros contenidos, la navegación por Internet, etc.

¿Te imaginas que un acto tan sencillo y, por otro lado, tan habitual, como mover una rodilla sirviera para recargar la batería de tu teléfono? Eso fue lo que consiguieron estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, quienes desarrollaron un dispositivo capaz de transformar la energía cinemática (esto es, de movimiento) propia del cuerpo humano en energía eléctrica adaptada para aparatos como los smartphones, las tablets y otros similares.

El desarrollo fue obra de Andrés Aharhel Mercado Velázquez y Alexis Omar Reyna Soto, estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Zacatenco, y Lizeth Rocío Fuentes Cervantes, egresada de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), Unidad Santo Tomás, quienes lo llevaron a concursar a la Feria Tecnológica Feteps que se lleva a cabo anualmente en Sao Paulo, Brasil. Por la utilidad de su invento y el ingenio demostrado, los estudiantes consiguieron el tercer lugar general en esta competencia.

Este dispositivo se adapta a la rodilla porque, de acuerdo con sus creadores, esta es la zona del cuerpo que más se mueve durante acciones como caminar, correr o ir en bicicleta, las cuales, por otro lado, son sumamente habituales en la vida en la ciudad. Una sesión de movimientos moderados puede traducirse en hasta cuatro horas de batería.

Sin embargo, más allá de este posible uso, los estudiantes declararon que su aparato también podría encontrar utilidad entre campistas y rescatistas, quienes por las condiciones de sus actividades, pueden quedarse sin batería (y, por lo tanto, sin comunicación) en zonas donde no hay servicio de electricidad.

¿Será que pronto se encuentre en el mercado esta invención mexicana?


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