Globalización de la cultura: la herencia del Galeón de Manila

El Galeón de Manila, también conocido como la Nao de China, era una navegación que cruzaba el océano Pacífico una o dos veces por año entre Filipinas y México. Con ella se inició por primera vez el comercio directo entre América y Asia, y a través de ella fluyeron por el Pacífico las riquezas que ofrecían ambos continentes.

El primer viaje se realizó en 1565 y el último en 1821 coincidiendo con la consumación de la Independencia. El navío partía de Acapulco hacia Manila, Filipinas, archipiélago conquistado por los españoles y bautizado así en honor a Felipe II. El viaje duraba aproximadamente tres meses de ida y entre 5 y 6 meses de regreso. Fue la ruta comercial más importante durante los 250 años que estuvo a flote.

imagen1

El éxito del galeón era la plata mexicana que se valoraba muy bien en Asia y con ella se podían comprar casi todos los artículos suntuosos fabricados en oriente a un precio muy barato para venderlos en México. Llegaba a nuestro país marfil, piedras preciosas, sedas, terciopelos, porcelanas, perfumes, muebles, artesanía china como jarrones de la dinastía Ming, espadas japonesas y una gran variedad de especias como la canela.


imagen2

A partir de 1579 se instauró una feria en Acapulco donde los grandes comerciantes de la ciudad de México compraban al mayoreo todo lo que el galeón traía de las lejanas tierras y lo transportaban a la capital para venderlos individualmente a precios altísimos que la sociedad mexicana gustosamente adquiría. La llegada de los artículos a la capital creó toda una tradición y se formaba un mercado (llamado Parián) donde los comerciantes ofrecían todas las novedades traídas del lejano oriente.

El galeón no sólo trajo productos novedosos a nuestro país, si no que también sirvió de puente para introducir productos nuevos en oriente, tales como, maíz, chocolate, tabaco, camote, calabaza, tomate, jícama, piña, aguacate.

Durante 250 años, el comercio de la nao no sólo importó y exportó productos, sino también personas, modas, estilos y mentalidades.

Entre los aportes a nuestro país figuran la china poblana, llamada así por una doncella india (bautizada Catarina de San Juan) que se estableció en Puebla y usaba trajes bordados con chaquira y lentejuelas. También el famoso paliacate que llegó de la India, así como los mantones de Manila que se fueron transformando hasta convertirse en el traje de la tehuana; la talavera de Puebla, con sus claras influencias chinas y españolas; también se dice que el ceviche nació gracias a la influencia del galeón, ya que los acapulqueños al ver que los orientales comían pescado crudo adoptaron esta costumbre, añadiéndole limón, jitomate y chile. Las peleas de gallos en poco tiempo se volvieron famosas por el tránsito de personas que circulaba de Manila a Acapulco. Otro aporte filipino muy significativo fue la palapa, que tiene su origen en Palapag, en la isla filipina de Samar. El tamarindo también llegó junto con el galeón, así como el cilantro.

Las piñatas son otro ejemplo de esto. Algunos autores aseguran que su origen es chino y llegó a México con el galeón, mientras otros aseguran que es árabe.

imagen3

mantón de manila

El Galeón de Manila sin duda alguna fue la ruta comercial más importante y con mayor influencia para la cultura de ambos países. Sus mercancías e intercambio de personas e ideas marcaron un antes y un después en la historia y la cultura de México.


Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *