Parece que el sur de la ciudad aun resguarda muchos secretos ocultos para los capitalinos. Como si se resistiera a la masificación y al paso de la modernidad para mantener vivo el espíritu ancestral, místico y hasta sagrado de sus raíces esperando resurgir. Y es por eso que estos lugares poco asediados, prefieren ocultarse en la paz de la vida campesina que aún se da en algunos pueblos mágicos en la ciudad.
Precisamente uno de esos lugares –ajeno a toda trampa turística e inmerso entre el enigmático pueblo de San Pedro, en la delegación Tláhuac– es el bello Lago de los Reyes Aztecas, un espacio alternativo al ya conocido paraje lacustre de Xochimilco.
Este lago con más de 800 años de historia tiene un área de más de 1.9 hectáreas, y fue parte de la compleja red de canales que comunicaban y dotaban de suministros a la antigua Tenochtitlán. Aquí como casi en todos las zonas lacustres de la cuenca del Valle de México, se conformaron las bases de la agricultura desarrollada al amparo de las míticas chinampas .
Actualmente el Lago de los Reyes Aztecas sigue manteniendo esa esencia prehispánica, de hecho aquí se sigue llevando a cabo su ancestral fiesta de San Pedro, donde todavía se mantiene la fiel tradición de vestir las trajinaras con flores. El Lago de los Reyes Aztecas es una verdadero sitio para la comunión con la naturaleza (se cree que hasta los años 40’s existió pescado blanco en esta región), pues es un sitio oculto poco conocido por sus trajineras, aunque las hay y el costo de excursión es, contrario a Xochimilco, bastante barato (cabe destacar que en estas trajinaras no se estila ir a emborracharse, sino más bien a disfrutar de la admirable vista). Además, en cierta época del año se pueden mirar aterrizar a parvadas de pelicanos blancos provenientes del norte.
Foto: geolocation.ws
El trafico por estos parajes lacustres es más fluido y los paseos están acompañados de un silencio casi absoluto, que sólo es interrumpido por el sonido del agua al chocar con la trajinera y el canto de las aves endémicas. Es un verdadero paisaje ideal para tomar fotografías.
También inmerso entre su extenso terreno se encuentra un pequeño museo que exhibe arte prehispánico y algunas fotografías antiguas que contextaulizan la historia del lago.
Si bien nuestra megalópolis esta consumida por la mancha urbana, aun en ella se puede encontrar espacios ideales para conectarnos y reencontrarnos con nuestros paisajes originarios. Y quizás el lago de los reyes sea uno de los más puros que aun existen en la ciudad.
Parque Lago de los Reyes
Dirección: Gabriel Hernández 16, La Guadalupe, Tláhuac, 13060 Ciudad de México, CDMX
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